El Gobierno de Cambiemos también tuvo su relato. Afortunadamente, eso no incluyó “truchar” las estadísticas públicas. Fueron, más bien, narraciones sobre un devenir que, lamentablemente, nunca llegó. El “segundo semestre” quizás sea una de las piezas emblemáticas. La “lluvia de inversiones” o el “crecimiento invisible”, también.
Hoy, el relato sigue vivo, aunque con otros fines: preservar el legado del Gobierno y de Mauricio Macri. Es un relato retrospectivo, una defensa de lo hecho, ya sin fines electorales de corto plazo sino, más bien, con miras hacia 2021 y 2023 porque, como dicen sobre Juntos por el Cambio, “esto recién empieza”.
Hoy, el valiente ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, quien tuvo la ingrata tarea de aterrizar una Boeing con tres turbinas rotas, presentó otra metáfora. En diálogo con Radio Nacional, dijo: "El Gobierno anterior terminó con mejor fachada y peores cimientos. Este termina con peor fachada en términos de bienestar, pero con mejores cimientos para que el que siga pueda construir".
En un “hilo” de Twitter, el economista Joaquín Waldman (Ecolatina), que (vale aclarar) no hizo referencia a las palabras del ministro, insinuó que su visión es algo distinta. “Durante el mandato de @alferdez (2020-2023), Argentina enfrentará vencimientos de capital de deuda por más de US$ 150.000 millones. A precios de hoy, esto es alrededor de 43% del PIB. Qué quilombo que le dejan. A modo de comparación, a fines de 2015 había programado pagos para 2016-2019 por US$ 61.700 millones: 14,4% del PIB de 2015. Ni hablar que en ese entonces el 57% de la deuda era intra-pública (ahora en torno al 40%) y sólo el 67% era en moneda extranjera (ahora el 80%)”, dijo Waldman.
