Tras la reunión del lunes entre funcionarios del Gobierno y representantes de la CGT, en la que la central sindical reclamó la reapertura de paritarias, el pago de un bono de $5.000 antes de fines de septiembre y la inmediata declaración de la emergencia alimentaria, el ministro de Producción y Trabajo la Nación, Dante Sica, confirmó ayer que el Gobierno está cerca de concretar un acuerdo con gremialistas y empresarios para habilitar el pago de un bono para los trabajadores del sector privado.
“Ayer empezamos a conversar para establecer algún tipo de compensación como se hizo en la parte estatal”, aseguró Sica en declaraciones radiales, en las que precisó que ambas partes acordaron en revisar el índice de inflación del mes pasado que publicará el Indec el próximo jueves y, a partir de ese dato, se encontrarán nuevamente para acodar la implementación de este bono.
“La mayor preocupación es el impacto que puede tener en las pequeñas empresas. Por eso hay que buscar la mejor alternativa para compensar la caída de ingresos”, señaló el ministro. “Tenemos que tener alguna reunión con sectores empresariales. Con algunas cámaras ya habíamos hablado, pero seguramente eso lo concretaremos una vez que tengamos el número (del índice de inflación de agosto)”, agregó.
“Después hay que discutir cómo es el tema de la implementación, el tiempo y los grados de flexibilidad que tengamos contemplando a las empresas. Me imagino que la semana que viene podemos ir cerrándolo”, explicó Sica. Consultado sobre el monto que tendría el bono, el ministro señaló: “En principio, tomamos de referencia el bono que se les dio a los empleados estatales”. El bono al que hace referencia Sica es de $ 5.000.
Empresarios
En tanto, empresarios y dirigentes sectoriales advirtieron sobre las dificultades para pagar este bono a los trabajadores y señalaron que las empresas, especialmente las pyme, no están en las mismas condiciones que en 2018, en referencia a la propuesta de la central sindical, que solicita que el bono sea por un monto similar ($ 5.000) al pactado en diciembre del año pasado.
Desde distintos sectores, como el mercantil, el industrial y el de comercio, entre otros, hay objeciones en cuanto al pago de esta compensación. “Es impagable”, afirmó un miembro de la Unión Industrial Argentina (UIA), en la cual consideran inviable concretar el pago del bono por ese monto para 1,6 millones de trabajadores manufactureros.
“Por el desastre económico en el que estamos, un bono es bienvenido para todo el mundo”, dijo a TN José Urtubey, directivo de la UIA. “Pero el 80% de las empresas son pyme que están en una situación crítica. Va a depender sector por sector, pero la voluntad siempre está”, afirmó. “El bono del año pasado se terminó dando. Las empresas estaban en una realidad difícil, pero no tan extrema como la actual”, advirtió.
Desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Confederación de la Mediana Empresa (Came), se han expresado en el mismo sentido: admiten que los empleados necesitan la compensación, pero afirman que muchas empresas no están en condiciones de pagarla, principalmente por la crisis que padecen las empresas por la caída del consumo a partir de la devaluación y de las altas tasas de crédito.
