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El rol del Estado

Empresa nacional de alimentos: somos prisioneros del pasado

El IAPI fue otra experiencia de regulación extrema fallida que debería ser capitalizada. Sin embargo, parece que somos prisioneros de la historia.

Roberto Feletti
Roberto Feletti .
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La portavoz de la Presidencia confirmó que se está evaluando la creación de una empresa nacional de alimentos que, de acuerdo a lo expresado por otro funcionario del Gobierno, permitiría impulsar el rol activo del Estado referido a la planificación, regulación, control, producción, análisis de costos y comercialización de los alimentos, en un mercado que consideran tiene un elevado grado de concentración. Esos son los anuncios y declaraciones hasta el momento

La tasa de inflación de enero fue del 3,9% (interanual de 50,7%) y parece que ese número impulsó esta idea como instrumento para domar la dinámica inflacionaria, además del control de precios que está vigente. 

El enfoque que manifiestan es que la inflación es un fenómeno relacionado con la estructura de los mercados y no la consecuencia de los desequilibrios macroeconómicos que la economía argentina ostenta. Con ese diagnóstico errado, difícilmente se pueda reducir la tasa de inflación. Más aún: la dinámica inflacionaria se irá agudizando y con ella las distorsiones en la asignación de recursos que genera.

Frente a este anuncio, los ecos de la historia económica argentina nos alertan y recuerdan al Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (IAPI). Fue creado durante el primer Gobierno de Juan Domingo Perón (mayo de 1946, concreto) y operaba bajo supervisión del BCRA que, junto con los bancos públicos y la Caja de Ahorro Postal, conformaban el denominado “sistema del Banco Central”, una vez que fue nacionalizada dicha institución y donde los bancos privados eran meros mandatarios del BCRA en la captación de depósitos y en el otorgamiento de préstamos.

El IAPI tenía como misión gestionar la comercialización externa de las cosechas de granos doméstica y pasó a ser el único comprador de cereales y oleaginosas a precios fijados por el Estado, separando una parte para el consumo interno y el resto destinado a la exportación. 

El IAPI absorbió la renta agropecuaria, redistribuyendo el ingreso hacia los sectores urbanos con el objetivo de impulsar el consumo, mientras los términos del intercambio resultaron favorables, a pesar de que desincentivó la producción agropecuaria y distorsionó la asignación de recursos. 

Posteriormente, el IAPI fue incrementando sus funciones y comenzó a financiar la compra de bienes de capital (maquinaria agrícola). Su actividad estaba financiada con préstamos bancarios que a su vez eran fondeados con redescuentos del BCRA. Su actividad devino en fuertes déficits que requirieron continuas asistencias financieras.

En esta oportunidad, la nueva empresa que se crearía tiene su foco en el mercado interno, pero su lógica de funcionamiento puede tener similitudes con el experimento del IAPI.

En suma, el IAPI fue otra experiencia de regulación extrema fallida que debería ser capitalizada. Sin embargo, parece que somos prisioneros de la historia y en forma circular tendemos a repetir errores.

En esta nota

Todo sobre la inflación

Hay inflación cuando se produce un aumento general y sostenido de los precios de la economía. No son aumentos puntuales de algún servicio o bien sino de casi todos y, además, que esas subas se sostienen en el tiempo.


Si bien se trata de un proceso complejo y "multicausal", el factor principal suele ser un desequilibrio fiscal que se financia con emisión monetaria o con endeudamiento no sostenible que termina en un repudio a la moneda y/o también una devaluación. Milton Friedman, padre del monetarismo, solía decir: "La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario".

La inflación de Argentina está, hace varios años, entre las más altas del mundo. En 2022 fue de 94,8%, y casi duplicó a la de 2021 (50,1%). Fue la tasa más alta desde 1990. Las proyecciones para 2023 no son buenas y se espera que la inflación vuelva a estar cerca de 100%.

Se dice que la inflación es un impuesto a los pobres porque son esos sectores los que tienen, por un lado, menos ahorros y, por el otro, menos capacidad de poder aumentar sus ingresos (vía paritarias, por ejemplo) ante la suba de precios. Por eso, cuando sube la inflación, los gobiernos tratan de proteger a los sectores de menores ingresos para que no caigan en la pobreza.

La inflación en Argentina es un problema complejo que tiene raíces profundas en la historia económica del país. Aquí hay algunas de las causas más comunes de la inflación en Argentina:

  1. Déficit fiscal. El gobierno argentino a menudo gasta más dinero del que recibe en forma de impuestos, lo que lleva a un déficit fiscal. Para financiar el déficit, el gobierno emite más dinero, lo que puede aumentar la inflación.

  2. Inestabilidad política y económica. La inestabilidad política y económica en Argentina a lo largo de los años ha contribuido a la incertidumbre en el mercado y ha llevado a la devaluación de la moneda nacional.

  3. Problemas en la gestión de la economía. La falta de medidas económicas coherentes y efectivas para controlar la inflación ha sido un problema persistente en Argentina.

  4. Déficit de la balanza comercial. Argentina a menudo importa más de lo que exporta, lo que puede aumentar la inflación al hacer que la moneda sea menos valiosa.

Estas son solo algunas de las causas de la inflación en Argentina. Es importante señalar que no existe una solución única o sencilla para resolver este problema complejo.

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