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El índice de pobreza de la UCA genera algunas discusiones

Varios economistas ponen en duda la veracidad del índice en base a cuestiones metodológicas.

16 agosto de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

El último jueves se publicó el nuevo índice de pobreza del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), de la UCA, que desde hace años viene ocasionando polémicas. Por un lado, por la sensibilidad social que generan los altos números que informa, como el durísimo 32,6% de la semana pasada, que implicaría un crecimiento de casi 4 puntos porcentuales con respecto a fines del 2015, marcando un importante deterioro a la luz de la devaluación y el tarifazo. Y, por otro lado, por las críticas que surgen a su metodología, que según distintas voces implica una sobreestimación del porcentaje de personas por debajo la línea de pobreza.

Desde que se discontinuó la publicación oficial de los índices de pobreza, a partir del segundo semestre del 2013, y ya antes cuando los de inflación comenzaron a generar serias dudas que hacían imposible una medición seria de la pobreza, se generó un vacío estadístico en un tema por demás sensible y por demás importante para poder marcar objetivos de políticas públicas para buscar su solución. Desde entonces cobró notoriedad el dato que publicó periódicamente el ODSA bajo la coordinación del sociólogo Agustín Salvia. Y detrás surgieron también las críticas de otros economistas.

Para realizar este índice el ODSA, en lugar de utilizar la EPH, como hacen otras entidades privadas, realiza su propia encuesta a 5.700 hogares. Luego hace una medición de una canasta básica de alimentos y, determinando sus precios, obtiene una línea de pobreza. En la medida en que los ingresos de los hogares encuestados logra alcanzar esa línea o no, se sitúa el índice. En el último caso, el 32,6% no llegaba a ese nivel de ingresos.

Polémica

En su último informe económico semanal, Federico Muñoz & Asociados consideró “controversial” la nueva publicación del ODSA en base a un problema metodológico. Si bien le pareció correcta la medición realizada, también por el ODSA, en diciembre del año pasado, que registró 29% de pobreza, la reciente resultó cuestionable porque si bien se actualizaron los precios para armar la canasta que determina la línea de pobreza, no se hizo una actualización de los ingresos, sino que se usó la misma encuesta que se había hecho para diciembre.

“De todos modos, si bien adherimos a estas objeciones metodológicas, debemos admitir que la estimación de la UCA nos parece quizás algo exagerada, pero verosímil. Es innegable que el ajuste trajo consigo un costo social realmente significativo”, expresó.

Crítica histórica

En mayo del 2014, el CESO impugnó las mediciones del ODSA en base a que las encuestas realizadas por el equipo de la UCA, y distintas a las de la EPH en el universo que abarcaban, tenían un sesgo que tendía a subestimar a los ingresos mayores a $ 20.000 (por realizarse en áreas geográficas de alta pobreza), es decir, por encima de la línea de la pobreza, lo que hacía crecer falsamente al índice.

Durante una entrevista en Radio Nacional, en la que participaron tanto Salvia como Andrés Asiain del CESO, este último sostuvo que ese nivel de ingresos, en el cual los salarios altos estaban subestimados, implicaba un índice de Gini propio de un país escandinavo y criticó que ese Gini no se publicara en el informe. En ese entonces, Salvia reconoció: “Es cierto que nuestra encuesta da un índice Gini escandinavo”. En ese entonces, la ODSA daba 28,7% de pobreza y el CESO, 16%.

Dificultades

El economista e investigador del Conicet Walter Sosa Escudero, en un artículo publicado en Bastión Digital, dijo: “Los informes de la UCA causan un gran revuelo informativo cada vez que aparecen. El más reciente sugiere que la pobreza aumento de 29% a 32,6% en el último año. Y a la luz de la discusión anterior, cabe preguntarse cuánto de este aumento tiene que ver con movimientos genuinos en la economía y cuánto con las decisiones específicas que adoptó la UCA a fines de medir la pobreza. Aun cuando es encomiable el esfuerzo de la UCA en esta cuestión, esta situación señala claramente la urgencia de contar con mediciones oficiales precisas, de modo que la discusión pase de la medición al combate de la pobreza”.

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