El fallo que retrotrae los aumentos de tarifas del gas, al menos hasta que se realicen las correspondientes audiencias públicas, dejó una serie de discusiones acerca del impacto macroeconómico de la decisión judicial. Uno de ellos es qué pasará con la inflación.
El miércoles, el director técnico del Indec, Fernando Cerro y la directora de Indices de Precios al Consumidor, Alejandra Clemente, aclararon que las tarifas estaban siendo computadas en los sucesivos IPC GBA publicados en los últimos meses, tal como lo indicaba el último cuadro tarifario vigente. Por lo tanto, aclararon, una vuelta atrás en esos cuadros implicaría una caída extra del IPC. Si bien no se modificarían los IPC ya publicados, los próximos incluirían las nuevas bajas que se desprendan del fallo.
Al respecto, el economista Martín Tetaz sostuvo ayer que no hay que esperar una caída muy notoria ya que la ponderación a diciembre del 2015 del gas dentro del total de la canasta que calcula el IPC es de sólo 0,97%. Una disminución en los precios residenciales no generaría, sugirió, una corrección demasiado grande del índice. “Menos de un punto”, sostuvo.
Otra discusión gira en torno a esa ponderación a la que se refirió Tetaz. Esto influirá en el impacto sobre el IPC. El economista y ex director del Indec Alejandro Barrios dijo que el IPC GBA subestima la inflación porque la ponderación de los servicios de las viviendas es muy baja, incluso comparado con el IPC CABA. Cerro y Clemente explicaron que las ponderaciones se van modificando mes a mes, pero Barrios insistió ayer ante El Economista: “Basta con mirar que el incremento de julio en vivienda y servicios básicos fue de 0,8% para saber que la ponderación es muy baja”. Aun así sostuvo que la inflación bajará si se confirma un nuevo cuadro tarifario, aunque menos por la subestimación en la ponderación.
