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El consumo cayó 5,2% en octubre y no rebota

16 noviembre de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

El Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITEGA) publicó ayer el Indicador Mensual de Consumo (IMC) de octubre, que dio una nueva caída de 5,2% en la comparación interanual. No hay señales de que esa retracción del consumo haya accedido a un piso, ya que la comparación intermensual desestacionalizada dio -0,5%.

La caída interanual es mayor a las que se venían registrando. En septiembre la merma había sido de 4,3% y en agosto de 4%, lo que había dado ciertas señales de piso, ya que julio había mostrado una contracción de 5%. Ese resultado parecía confirmar las predicciones de que agosto sería finalmente el punto de inflexión para una economía en franca recesión.

Consumo y actividad

Ahora, los magros resultados de octubre parecen confirmar que el piso no llegó y que habrá que mirar al futuro para ver los brotes verdes que muestren la luz al final del receso. En esa discusión, la cuestión acerca del nivel de consumo no es poca cosa, ya que en el segundo trimestre del 2016 representó el 59,4% de la demanda global (y el 74,2% del PIB, una vez que se dejan a un lado las importaciones), según el Indec.

De hecho, una nota reciente publicada por Clarín reprodujo las supuestas declaraciones de un funcionario cercano al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que decía: “Hemos tomado nota de que para la gente el consumo es sagrado”. Y otro hombre, citado como cercano al Gobierno, sostenía: “No hay con qué darle: nosotros hablamos de inversión y eso es visto como algo muy lejano. La gente piensa en el corto plazo. Quiere que le des el Ahora 12. Con eso está feliz”. La inversión representó apenas el 14,74% de la demanda agregada (y el 18,4% del PIB).

Efectivamente, lo que mueve al PIB en el corto plazo es el consumo y, si se pretende crecer en el 2017 eleccionario, habrá que lograr revertir la tendencia negativa.

Reflexiones

Leandro Ottone, economista del ITEGA, analizó la situación del consumo en declaraciones a El Economista.

Acerca del amague de repunte que se registró en agosto, reflexionó: “En agosto tuvimos una reversión en el consumo, que pudo haber hecho pensar en la posibilidad de una recuperación, pero fue por la corrección en tarifas. Subió el consumo porque la gente tenía más plata en el bolsillo. Ahora se da lo contrario”.

“Lo principal es que el salario real aún no se recompuso. La inflación interanual sigue en niveles muy altos. En segundo lugar, aunque no tan importante, está la cuestión del crédito, que no repunta (cayó 16,6% interanual, según el IMC) por las tasas altas. Eso no ayuda”, dijo. Acerca del futuro, opinó: “La política agresiva del BCRA va a reducir la inflación y eso va a ayudar a que repunte el consumo. Se va a recuperar respecto a la caída de 2016, pero no va a recuperar los niveles del 2015. Este año perdimos muchos puntos del salario real”.

Respecto al futuro, Hernán Hirsch, director de FyEConsult, sostuvo: “Noviembre y diciembre no serán peores a octubre pero no darán mejoras significativas. Para el año que viene el consumo seguirá débil, aunque estadísticamente no habrá bajas interanuales tan negativas como las de este año”.

Y señaló: “El estancamiento que preveíamos es aún más probable a partir del efecto Trump. Nuestra predicción de actividad ya era más baja que la del consenso y ahora creemos que tanto el Gobierno, como el consenso, y nosotros también, revisaremos a la baja las predicciones de actividad para el año que viene. El consumo va a determinar ese bajo crecimiento porque no va a haber recuperación del empleo y el salario real va a estar amesetado. No creo que vaya a mejorar el salario porque, si crece mucho el salario, no baja tanto la inflación”.

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