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El BCRA no suma reservas y vuelven las trabas al dólar

Habrá limitaciones para operar el CCL y ampliarán otra vez el parking para frenar los negocios con bonos

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Luis Varela 12 julio de 2021

Por Luis Varela

A veintiún meses de haber aparecido en China, con más de 4.000.000 de muertos en todo el mundo (casi 99.000 en Argentina), las secuelas que va dejando el Covid les sigue mostrando incluso a los países desarrollados que la recuperación de las empresas y los empleos será lenta y trabajosa.

Además de las irreparables pérdidas de vidas, la inesperada aparición del teletrabajo deja a muchos sectores de la economía fuera del juego, con un proceso de transformación que bien puede asimilarse a lo que les pasó hace más de un siglo a los que vivían de los carruajes a caballo cuando llegaron los autos: miles de personas se quedaron sin los empleos viejos, tuvieron que reconvertirse, y eso llevó más de dos décadas.

Mientras tanto, para ganar tiempo, las zonas del mundo con monedas todavía creíbles encuentran como única solución posible a semejante brete económico la emisión de dinero sin fin para sostener los niveles de consumo, en una movida de patas cortas, porque disparará la inflación y obligará, quizás más temprano que tarde, a terminar con la era de dinero gratis, y eso sumará un problema nuevo, sobre todo a los que están endeudados.

Así, en el cierre de la semana pasada, después de movidas similares en EE.UU. y en China, nada menos que el Banco Central Europeo anunció que será más laxo, y que repartirá euros para todos. Hoy en países como Holanda, Alemania y Suiza la tasa de interés no es siquiera del 0% como en EE.UU, sino que es negativa, de entre 0,2 y 0,35% anual. Esto quiere decir que si alguien les presta dinero a esos gobiernos, al final recibirá menos de lo que les prestó.

Pero por supuesto, la inflación es implacable, tiene algún delay, pero llega. En enero en EE.UU. la inflación anual era del 1,1% y en mayo fue del 5%, la más alta en 29 años. Mañana martes se difundirá el IPC de junio: analistas esperan 0,5% mensual y 4,9% anual, veremos si eso se confirma.

Los pasos de la Fed

Hasta ahora, la Fed compra US$ 80.000 millones por mes en bonos del Tesoro y US$ 40.000 millones en bonos hipotecarios, y empezará recortando la compra de los títulos respaldados por hipotecas, porque ante tanta emisión de dólares muchos norteamericanos se están refugiando en ladrillos y están subiendo en exceso los precios inmobiliarios.

Por supuesto, el freno en la compra de papeles de la Fed en Wall Street plantea que la espuma de la burbuja en la Bolsa de Nueva York puede desaparecer. Por eso, muchos de los que salen de las acciones van a inmuebles, pero otros compran bonos del Tesoro, haciendo subir sus precios contado. Así, la tasa a 10 años de esos títulos, que había subido de 0,5% a 1,7%, ahora bajó a 1,4%. Y lo que más inquieta a todos es que, a pesar de la súperemisión de dólares, el mercado laboral no crece tan fuerte como lo esperado.

Como premio consuelo para los norteamericanos (que no quieren que el dólar deje de ser la principal moneda mundial), como la súper emisión global no es únicamente de billetes verdes, sino de todo tipo de monedas, el dólar no se cae, sino que se mantiene mixto contra la canasta de monedas principales. La semana pasada, por ejemplo, el dólar subió 4% en Brasil, 1,8% en Chile y 0,1% en China, mientras que bajó 0,1% contra el euro, cedió 0,5% contra la libra, 0,7% contra el franco suizo y 0,9% contra el yen.

Y la emisión de dinero en zonas con monedas creíbles hace que por el momento algunas bolsas se sostengan, pero otras no. La semana pasada el Nasdaq logró subir 0,4%, con el Dow Jones y el Dax de Frankfurt 0,2% arriba, pero México bajó 0,9%, Madrid achicó 1,5%, Santiago de Chile 1,6%, San Pablo 1,7%, Tokio 2,9% y la Bolsa de Buenos Aries (medida en dólares) fue la peor de todas con un desplome del 4%.

El impacto de la inflación

El tema de fondo, por supuesto, es la marcha de los precios que van mostrando las commodities por la emisión y por la lenta salida de la pandemia vía vacunación. En lo que va de julio la soja sube en Chicago 3,6%, el níquel 2,9%, el oro 2,1%, el petróleo 1,5%, el cobre 1,2% y la soja en Rosario 0,3%. Pero muchos valores acusan bajas: la onza de plata cede en el mes 0,2%, el aluminio 1,1%, el girasol de Rosario 1,6%, el trigo rosarino 2,1%, el Bitcoin achica 2,7% y, atención, el maíz santafesino se desploma nada menos que 5,2%.

Con ese marco, como no acordamos con el FMI y como nos pasaron a la categoría "standalone", dejándonos fuera de órbita, toda la suba que habían tenido los titulos argentinos con la expectativa de acordar con el FMI desapareció y se convirtió en baja. Entre mayo y junio los bonos habían subido 15% y entre junio y julio caen 7%. Y con las acciones la volatilidad es mayor: entre mayo y junio habían volado con un salto en dólares del 56%, pero como no hubo acuerdo con el FMI y hubo baja de nota, entre junio y julio bajaron 25%. Un número testigo de esa ida y vuelta puede darlo uno de los ADR argentinos más operados en Nueva York: YPF cotizaba en mayo a 3,68 dólares, llegó a 5,73 en junio y el viernes cerró a 4,32.

Cautela inversora

Así, con un volumen inexistente, los inversores se fueron a otra parte. El jueves pasado la Bolsa porteña operó en acciones apenas $684 millones que, medidos en dólar blue, son menos de US$ 4 millones, lo que vale medio edificio en una zona bien ubicada de la Ciudad, demostrando que estamos en un desierto de negocios.

Los que tienen fondos se fueron a otra parte porque saben que la deuda que debe afrontar el Tesoro en las próximas semanas es enorme. También saben que la deuda del Banco Central es gigantesca. Por eso, las ofertas de pesos que se hacen en las licitaciones de Martín Guzmán son cada vez menores. Y ahora la mayoría de las posturas son a tasa de interés, con vencimientos antes de la elección de noviembre.

Dólares para arriba

Este jueves el Indec dirá cuánta fue la inflación de junio (Ferreres midió 3,2%). Pero con el dolar oficial anclado, la situación de desconfianza es tan grande que los dólares libres están disparados.

La semana pasada el blue saltó 2,4%. En catorce semanas, la inflación fue del 12%, el blue saltó 25,2% y el dólar mayorista fue subido apenas 4,1%. Por lo que la brecha saltó del 40 a 72%.

El jueves el dólar MEP llegó a un récord de $166,42 , superando incluso al máximo de $163,09 anotado en plena corrida cambiaria de octubre del año pasado. El contado con liquidación llegó a un valor de $167,26 , subió 19,7% en siete meses y fue el valor más alto desde el 27 de octubre del año pasado. Y el dólar blue llegó a $174 , el máximo desde el 29 de octubre del año pasado, con un salto de 25,2% en noventa días.

Aún no llegó al overshooting de seis horas en el que cotizó a $195 el viernes 23 de octubre del año pasado, pero economistas como Carlos Melconián lo ven entre $190 y $200 a fin de año.

Y la situación se agrava porque tiene efectos colaterales: ahora, mientras el peso oficial argentino se revalúa, o sea tenemos inflación en dólares, Brasil está devaluando, el dólar acaba de subir de 4,91 a 5,26 reales, por lo que el saldo comercial con los brasileños será aún más negativo. Tanta es la presión que desde hoy el BCRA acentúa la limitación de las operaciones en el denominado contado con liquidación y la CNV en principio publicará hoy en el Boletín Oficial la ampliación del parking para que la corrida no se acentúe.

A esta situación se llegó porque la cotización de los granos cae 18% desde el pico de hace dos meses. Así, luego de juntar un promedio de US$ 700 por mes en los seis meses anteriores, en los últimos treinta días el BCRA sumó reservas por apenas US$ 54 millones, en una reducción acentuada por bajante del Paraná y por la Uocra bloqueando puertos: el resto de los dólares o no las cobró o las gastó en el mercado de cambios para frenar al dólar. Y eso no fue todo: la entrega de bonos fue tan intensa que la cotización de los titulos públicos cayó 7%, por lo que sus tasas a vencimiento volvieron a subir de 19,5% a 22,5% anual, con un riesgo país que rebotó de 1468 a 1612 puntos.

Y varios operadores dicen que si el BCRA no hubiera entregado tantas reservas y bonos el blue hoy ya estaría cotizando a $200, es decir arriba del overshooting de seis horas que lo llevó a $195 en octubre pasado. De ahí que desde hoy aprieten clavijas de nuevo, de manera inocente porque los dólares se fugan igual, vía Cedears, criptomonedas o mercado blue.

Y lo peor del caso es que la presión sobre el dólar no es lo principal. En dos días seguidos, en un récord mundial insólito, la Avenida 9 de julio estuvo inundada por dos manifestaciones opuestas, un día fueron a reclamar los pobres y al día siguiente la clase media. Es destrucción pura de todos. Se protege a los agremiados en blanco, que ya son el 40% de los planteles y se les ajusta por inflación a ellos. Y el 60% restante, que está afuera, es cada vez más pobre, más a la intemperie. El salario mínimo de este mes es de $25.920 pesos, es decir unos US$ 149, cuando en Bolivia se pagan US$ 400.

En ese contexto, Uruguay decide romper el Mercosur y Brasil también amenaza con abrirse. Si lo hace sería desastroso para Argentina porque somos absolutamente Brasil-dependientes. En autos, por ejemplo, el 65% de lo que mandamos al mundo va a ese mercado.

Ahora, como manotazo de ahogado, con bajos niveles de aceptación en las encuestas, repartirán dinero a dos manos para que aumente el consumo de acá a las PASO, pero en un contexto sin inversión, por lo que no habrá abastecimiento suficiente y mucho irá a inflación. La gente cancela plazos fijos que rinden 37%, piensan que la inflación se va a acelerar y se van al dólar. No van al CER porque los plazos fijos ajustables por esa vía vencen después de las PASO, y si el oficialismo pierde por mucho la situación de gobernabilidad puede ser desconocida. Debe entenderse que el 35% del stock de depósitos está en Leliq y algunos de esos titulos se están canjeando por bonos del Tesoro a un año y medio de plazo.

Y hoy, por si todo eso fuera poco, será un día crucial porque el viernes, feriado, se debió pagar el primer cupón de Alberto herendando a Alberto. Veremos si hoy o mañana la Caja de Valores acredita el primer mínimo cupón de los bonos A2E8, AE38, AE48, AL29, AL30, AL35, AL41, GD29, GD30, GD35, GD38, GD41, GD46, GE29, GE30, GE35, GE38, GE41, GE46.

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