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El arduo camino hacia la “normalización”

Se avecinan grandes cambios en el sector energético

20 diciembre de 2015

(Columna de Facundo Matos Peychaux)

"Necesitamos recuperar la racionalidad, tenemos que salir de la esquizofrenia que vivimos en el sector energético durante los últimos 12 años", aseguró Juan José Aranguren, flamante ministro de Energía y Minería. Ese será el eje principal de su gestión: la normalización del sector, tanto en el plano de generación, distribución y consumo de energía eléctrica, la exploración, explotación y producción petrolera y gasífera, y en su aspecto macroeconómico. A su favor, Aranguren tendrá  que el marco regulatorio vigente es el sancionado en los '90, mientras que los cambios que el kirchnerismo introdujo fueron mayormente a través de resoluciones fácilmente revocables sin tener que pasar por el Congreso, quizás con la excepción saliente de la Ley de Hidrocarburos y la nacionalización de YPF.

Como planteábamos hace algunas ediciones, uno de los primeros desafíos que enfrentaría el nuevo gobierno sería el de atender a los cortes de electricidad habituales en diciembre, cuando se produce un cuello de botella entre una demanda estacionalmente elevada y una oferta estructuralmente baja. Entre 2003 y 2014, el promedio de corte por usuario pasó de 6 a 33 horas por año y la idea del nuevo gobierno es llevarlo nuevamente a un dígito para fines de diciembre de 2017, para lo que decretó la emergencia energética hasta entonces.

La clave, ahí, más que en la generación está en la distribución. "Los niveles de inversión en distribución de energía están a la mitad del nivel que existía en 1998, con tarifas congeladas y sin financiamiento. La calidad del servicio se ha deteriorado sensiblemente y llevará años y mucha inversión recuperar los niveles históricos", escribía hace un año Andrés Chambouleyron, hoy subsecretario de Política Tarifaria de la nueva gestión.

Según Chambouleyron, experto en el área de energía eléctrica, hay dos formas de lidiar con un exceso de demanda por sobre la capacidad instalada: "En el mediano y largo plazo (3 a 10 años) se puede lograr con un nivel de inversión adecuado que acompañe el crecimiento de la demanda; en el corto plazo (1 a 2 años), hay que reducir el consumo y la forma óptima de reducir la demanda y así reducir la posibilidad de cortes es a través de la reducción en el consumo vía un aumento tarifario anunciado". Ese camino es el que buscará atravesar el gabinete energético reduciendo los subsidios energéticos -que alcanzaron aproximadamente $140.000 M- e incrementando gradualmente las tarifas subsidiadas a quienes estén en condiciones de pagar el nuevo precio.

La hora del gas, el offshore y los renovables

La designación como secretario de Combustibles de José Luis Sureda, ex vicepresidente de Gas en Panamerican Energy puede ser leída como una apuesta al desarrollo al gas en Argentina.

El país posee la segunda reserva más grande del mundo en materia de shale gas, el cual -a diferencia del petróleo- no registró caídas tan pronunciadas en su valor internacional y que sería de más rápida recuperación, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en ingés).

Además, el gas explica la mayor parte de las importaciones y tiene un peso preponderante en la matriz de consumo energético argentina, lo que lo vuelve un combustible estratégico, tal como entienden en el propio Gobierno, lo que se vio reflejado en el anuncio de una inversión de US$500 M en busca de triplicar, hacia fines de 2016, la producción de gas en bloque.

Sin embargo, según Paul Simons, vice director ejecutivo del IEA, “va a ser difícil para muchos países tener éxito en la producción de shale gas”. Para el experto norteamericano, los costos del gas van a seguir siendo altos por mucho tiempo, mientras que se van a abaratar los costos de explotación de otras fuentes de energía, como las energías renovables, lo que pondrá un límite a las ambiciones en torno a ese combustible en el país.

Asimismo, la designación de varios funcionarios ligados a las energías renovables en el equipo de Aranguren da cuenta de que incrementar la participación de estas energías en la matriz energética será otro de los objetivos de la nueva gestión. “El mundo se está volviendo más verde. A futuro, los renovables liderarán el crecimiento porque van a ser más competitivos que los combustibles fósiles”, asegura Simons en diálogo con El Economista durante su paso por Argentina.

Las cuencas offshore, en tanto, son otro eje olvidado por la gestión actual sobre el cuál podría hacer hincapié su reemplazante. Argentina tiene un mar de una superficie de más de 500.000 km2 sin explorar con potenciales yacimientos explotables, además de un 70% de la superficie terrestre de las cuencas sedimentarias, también sin explorar.

En la celebración del Día del Petróleo, Aranguren anunció el pronto envío de un proyecto de ley al Congreso con el objetivo de dar "incentivo para la exploración de área de riesgo off shore y no convencionales”, con el cual se pretende apuntalar la exploración.

Lo que todavía sigue siendo una incógnita, es quien emprenderá este desafío junto a Aranguren desde la dirección de YPF. Desde que el ex CEO de Shell es ministro, se lo vio varias veces junto a Miguel Galuccio, pero su continuidad nunca fue ratificada oficialmente. Daniel Montamat y Emilio Apud, dos ex secretarios de Energía que asesoraron este último tiempo al PRO, podrían ocupar su lugar, aunque tampoco se descarta que integren el directorio de la petrolera, cuyos lugares ya abandonaron los funcionarios designados por Axel Kicillof cuando fuera ministro.

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