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Autos: el mercado interno repunta, la exportación no

Brasil sigue siendo el destino de casi el 80% de las ventas externas

17 julio de 2015

(Columna de Luis Varela)

En base a un gran esfuerzo oficial para que no se desencadenara una ola de suspensiones de personal y de despidos masivos que diera de lleno en medio de la campaña electoral, la plaza automotriz dio muestras en junio de un repunte en el mercado interno ?tras un año y medio de caída permanente?pero los números de la exportación siguen con pronóstico reservado.

La industria está en caída permanente desde que Axel Kicillof se hizo cargo del Ministerio de Economía. Y lo notable del caso es que Débora Giorgi se mantuvo durante todo este período en silencio, procurando ?entre otras cosas? que el complejo automotriz nacional ?el segundo de Sudamérica detrás de Brasil? no se desmorone justo a meses de que el oficialismo deba revalidar su poder político en las urnas.

El caso es que para que el estrangulamiento del sector no se produzca, Giorgi debió aceptar dos decisiones políticas muy complicadas, que generan un rojo fiscal insostenible para Argentina, y que provocan una gigantesca fuga de dólares que la economía nacional no puede soportar:

. Por un lado debió aceptar aplacar el impacto del impuesto interno. A partir del inicio del segundo semestre el Gobierno subió 15% la base imponible de este tributo y le dio un beneficio a los autos armados en el país. A partir del nuevo esquema, los modelos que tienen un precio al público de más de 340.000 pesos (225.000 pesos al concesionario) pagan una alícuota del 30% extra si son importados y del 10% si son fabricados en Argentina. Esta decisión achicará sustancialmente el dinero que venía recaudando la AFIP hasta ahora, en un momento en el que el rojo fiscal argentino se acerca al 6% del PIB.

. Al mismo tiempo, en momentos en que Brasil es declarado por las calificadoras como principal riesgo para el mundo emergente, los gobiernos de Cristina Kirchner y de Dilma Rousseff acaban de prorrogar, sin modificación alguna y por el plazo de un año, el acuerdo de intercambio automotor que viene rigiendo desde hace varias temporadas. Dentro del comercio exterior del país, la relación automotriz con Brasil es central y es responsable directo de una sangría de dólares que no termina.

Las ventas en junio

Con esa realidad política como base, después de dieciocho meses de rojo permanente, el mercado automotor interno encontró un respiro en junio. Según la Asociación de Concesionarias (ACARA), los patentamientos efectivos de autos nuevos ?un dato que habla de las ventas realizadas? registró en junio la colocación de 56.315 vehículos registrados: fue en número de unidades el mejor mes desde enero de este año. La venta mejoró 17,3% contra mayo y 5,6% contra junio del año pasado. Y, aún así, en el semestre los números todavía son negativos: en los primeros seis meses de este año se patentaron 315.514 unidades, 17,6% por debajo de lo anotado en enero-junio de 2014, convirtiéndose a la vez en el peor primer semestre automotriz argentinos desde 2009 (Néstor Kirchner murió en 2010).

Con el presente nivel de ventas, con un sinnúmero de ofertas y financiaciones empujadas por la campaña electoral, las automotrices esperan vender en todo este año una cifra cercana a las 600.000 unidades, con lo cual sería el peor año desde 2009. Ese objetivo, que tampoco sería alcanzado según varios observadores, contrasta con los grandes números de las últimas temporadas. En 2011 se vendieron 858.000 autos, en 2012, 842.000, en 2013 se llegó al récord histórico de 957.000 y en 2014, ya en declive, se colocaron 684.000 unidades.

Este gran bache en la venta de autos 0 Km se está dando con un agregado particular. Después de años en los que la Asociación de Fabricantes de Autos (ADEFA) estuvo entregando datos detallados de producción por empresa y por modelo (restringiendo siempre los números sobre empleos efectivos), el sector acaba de partirse en dos, con las compañías que sufren suspensiones y hasta algunos despidos dejando de proveer datos, por lo que la cámara empresarial decidió restringir la información.

El último dato entregado en cuanto a fabricación por empresa y por modelo es de abril de este año. Desde mayo la información fue cerrada y se repiten los reclamos de los analistas del sector, esperando que vuelvan a dar cifras reales, entendiendo que vivir con los ojos cerrados no soluciona las cosas ni ayuda a nadie.

Con esa ceguera en medio de la escena, ADEFA difundió los números de reparto de unidades a la red de concesionarios, un dato que habla sobre las expectativas de ventas inmediatas que tienen las compañías. En junio se repartieron a la red 61.221 vehículos, por lo que fue el mejor mes desde diciembre de 2013: mejoró 14,9% contra mayo y 15,2% contra junio del año pasado. Aún así, en el semestre el número de vehículos repartidos en la red cae 4,8% contra enero-junio de 2014. En total se distribuyeron 291.848 unidades (160.678 importadas, el peor primer semestre desde el 2009 y 131.170 nacionales, el peor primer semestre desde el 2010). Según esta distribución, la red recibió en los primeros seis meses de este año 55% de autos importados y 45% de vehículos nacionales, cuando en el primer semestre de 2014 esa proporción había sido 56,6% importados y 43,4% nacionales.

ADEFA detalló que en junio se repartieron en los concesionarios 34.021 autos importados, el mejor mes desde diciembre de 2013. Junio mejoró 10,4% contra mayo y 22,2% contra junio del año pasado. Y aun así, en el semestre el número de importados repartidos todavía cae, 7,4%. La entrega de autos nacionales (armados con 62% de piezas importadas) tuvo una mejor performance. En junio se repartieron en la red 27.200 autos argentinos, por lo que fue el mejor mes desde diciembre de 2013: mejoró 21% contra mayo, 7,6% contra junio del año pasado. Y aún así, semestre contra semestre el reparto de nacionales aún da negativo, baja 1,3%.

La producción local

En cuanto a la cifra de autos fabricados, un dato que anticipa lo que se espera para los próximos meses, es decir para una coyuntura no tan inmediata, en junio se armaron de 54.119 vehículos. Fue el mejor mes desde noviembre de 2014: mejoró 17,7% contra mayo y 6,3% contra junio del año pasado. Y, aún así, en el semestre el número de autos fabricados todavía cae, 12,4%.

Por supuesto, nobleza obliga, debe reconocerse que buena parte de los problemas que tiene la industria local está vinculada a la gran crisis que está sufriendo Brasil. El mercado brasileño está con caídas de ventas y producción notables, con desplomes anuales de más del 20%, y con la mitad de su fuerza laboral suspendida. Esa situación, obviamente, complica a Argentina por dos vías: por un lado hay problemas para traer las piezas que se fabrican en el principal socio del Mercosur y, por otra parte, así como sucede con las peras y las manzanas, los brasileños también están siendo reacios a comprar autos argentinos. Y esto sucede, además de la crisis interna de Brasil, porque los brasileños han devaluado notablemente su tipo de cambio, el dólar pasó de 2,20 a 3,23 reales en un año, al tiempo que Argentina tiene el peso sobrevaluado (se devalúa muy por debajo de la inflación) por lo que los precios en dólares de los autos argentinos han subido de manera desmedida.

En consecuencia, la exportación de autos de Argentina sigue con números muy complicados. En junio se mandaron al exterior 28.218 vehículos, el mejor mes desde marzo de este año: mejoró 25,7% contra mayo, pero cayó 18% contra junio del año pasado. En el semestre -el peor enero-junio en exportaciones desde 2009se mandaron al exterior 132.306 vehículos, 22,8% por debajo del número logrado en enero-junio de 2014.

A todo esto debe tenerse en cuenta un dato crucial, y que sí es total responsabilidad de la ministra Giorgi. En los primeros seis meses de este año se exportaron 132.306 autos y, al mismo tiempo, las terminales repartieron en la red 173.582 autos importados, con lo cual el balance de unidades terminadas arroja un claro déficit de 41.276 vehículos en apenas seis meses.

El reparto del mercado

En cuanto a reparto de cuota de venta interna, el mercado se está haciendo mucho más competitivo. La alemana Volkswagen sigue siendo la marca líder, pero ya no tiene más del 20% de las colocaciones, como ocurrió hasta hace un par de meses, sino que araña el 17,9%, seguida por Chevrolet y Ford. Entre los modelos más elegidos el líder se mantiene, pero los otros dos escalones del podio están en cambio permanente. El líder permanente desde hace varias temporadas es el VW Gol seguido en 2015 por el Fiat Palio y el Ford Fiesta.

La situación no es sencilla. Para poder seguir armando autos en Argentina, las terminales piden más dólares para poder importar piezas y seguir fabricando. Si no reciben más divisas, no se alcanzará el objetivo de vender al menos 600.000 unidades este año. Pero lo paradójico del caso es que la Argentina no está generando los dólares suficientes como para sostener semejante venta de autos.

Por supuesto, en medio de este ahogo, las empresas van tomando decisiones. Volkswagen acaba de venderle al Banco Francés su compañía crediticia. Ford acaba de anunciar que invertirá 220 millones de dólares para renovar su planta en Pacheco y desarrollar autopartes.

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