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Autos: el mercado frena

Pero las fábricas no.

14 marzo de 2012

En medio de todo tipo de debates sobre los efectos de las trabas que está aplicando el Gobierno para que las reservas del Banco Central no se evaporen, la venta de autos forma parte de todos los análisis económicos. Pocas veces como ahora se abre un verdadero campo de batalla en el que las estadísticas de la actividad sectorial son usadas para decir lo que el INDEC oculta. Y por lo visto hasta ahora, ya transcurridos enero y febrero ?dos meses diferentes porque son cruzados por las vacaciones? los números de la plaza automotriz empiezan a dejar ver que la fiesta iniciada hace seis años se terminó, y que ahora tenemos un crecimiento bastante más moderado. Esta nueva realidad se trasluce en dos datos bien concretos: por un lado, ya no hay que esperar tanto para recibir el auto 0km y, por otra parte, las empresas empiezan a ofrecer créditos a tasa cero, descuentos y hasta bonificaciones en el equipamiento para no perder cuota de mercado.

Mientras eso sucede, los opositores señalan que “el falso crecimiento se acabó”, al tiempo que los oficialistas destacan que “la expansión del consumo continúa”. Los antikirchneristas recalcan que la actividad se está cayendo por una barranca y los que están a favor de Cristina Fernández afirman que el nivel de ventas aguanta bastante bien, y que “una vez que arranque el cobro de la cosecha seguiremos con altos niveles de ventas en todas las áreas”. Y, en realidad, exageran tanto de un lado como del otro. ¿Qué es lo que está ocurriendo? Según puede verse hasta ahora, la situación no es, ni tan tan, ni muy muy. O sea: la fiesta terminó, el crecimiento a tasas chinas ya no está, pero tampoco hay una crisis, ni nada que se le parezca. Es aventurado dar una estimación sobre lo que puede resultar 2012 completo, pero por el momento puede decirse que el año arrancó a media máquina.

Una vez que termine marzo, se tendrá una idea clara de cómo están las cosas, aunque profesionales reconocidos como Abel Viglione (FIEL) advirtieron que hay signos recesivos desde septiembre del año pasado, y que esos ciclos se extienden en la Argentina entre doce y dieciocho meses.

Los datos

¿Qué números muestran los autos hasta ahora? Para contestar esta pregunta las estadísticas se dividen en tres. Por un lado están los datos de los concesionarios de ACARA, que dan cuenta de los patentamientos concretados, es decir, los autos efectivamente vendidos. Por otra parte están las cifras de las automotrices nucleadas en ADEFA, que dan cifras sobre la foto inmediata, o sea el reparto de unidades a la red de concesionarios, y sobre la expectativa futura, o sea la producción concreta: los autos que están saliendo del horno. ¿Qué números hay en el patentamiento? Aquí se observa un signo de enfriamiento. Febrero tuvo, por primera vez en 28 meses, una caída interanual (la última había sido en octubre de 2009, cuando el mercado se escapaba de la crisis de Lehman). En febrero último se registraron 3,5% menos automóviles que en febrero de 2011 y en camiones la caída fue del 17%.

Pero no son datos que puedan mostrar un escenario definitivo, ya que el Gobierno, empecinado en mantener el nivel del gasto, dio jolgorio a la población y en 29 días de febrero hubo apenas 18 días hábiles. Además, en el patentamiento acumulado del primer bimestre la situación no luce tan mal. En enero- febrero de este año se patentaron 170.670 vehículos, 4% más que las unidades anotadas en los dos primeros meses de 2011, que ya había sido un bimestre récord. Por otra parte, si ese casi 4% de aumento se ratificara a lo largo de todo el año, en el 2012 se patentarían casi 900.000 autos, un número impensado hasta hace muy poco tiempo, superando el récord absoluto de 857.983 vehículos patentados en todo 2011.

Pero a pesar de la leve zona de duda del patentamiento, las automotrices no levantan el pie. Siguen fabricando a alta velocidad y reparten en la red más unidades que el año pasado. En cambio, donde las cosas no se ven tan bien es en la exportación: las trabas impuestas por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, están complicando el comercio externo, sobre todo con un Brasil, que también está realizando algún tipo de ajuste. En cuanto a unidades fabricadas, después de un enero muy flojo (10% más bajo que enero de 2011), se observó un febrero a todo vapor (29% más que en febrero del año pasado). Con eso, en el primer bimestre se produjeron 96.170 vehículos, 8% más que en enero-febrero del año pasado. Ese vigoroso nivel de fabricación permitió un también fuerte reparto de unidades a los concesionarios: en el acumulado de enero-febrero se entregaron a la red 126.800 autos, 10,8% más que en el primer bimestre de 2011. De ese total, 83.713 unidades fueron importadas (6,3% más que en el primer bimestre del año pasado) y 43.087 armados en el país (20,8% más que hace un año). Esto quiere decir que por cada 100 autos colocados, 66 son importados y 34 nacionales.

El reparto

Tal como ocurre desde hace tres temporadas, no hay cambios en los modelos más vendidos. En el total de enero-febrero, el líder del patentamiento siguió siendo el Volkswagen Gol, con 12.888 unidades, seguido por 8.409 Chevrolet Classic y 7.134 Peugeot 207. Y en este punto debe advertirse que los modelos más vendidos suben muy poco de precio, lo cual demuestra el interés de las marcas en ser primeras en ventas. La gran penetración del Gol, y la buena performance del Suran y el Fox, le permiten a la alemana Volkswagen profundizar su liderazgo: en febrero alcanzó el 22,14% de participación en las ventas, seguida por Chevrolet (16,55%) y Renault (13,26%). Lo paradójico del caso es que a pesar de tener, por lejos, la mayor penetración en el mercado, la empresa Volkswagen no está ni por asomo en el tope de modelos fabricados. En el bimestre ningún modelo VW entró al podio: el más producido fue el Fiat Siena (12.088 unidades), seguido por la Toyota Hilux (10.690) y el Chevrolet Agile (8.533).

El único punto de duda que no se disipa tiene que ver con las ventas al exterior. En enero-febrero se exportaron 55.428 vehículos, 10% menos que los 61.535 de enero-febrero del año pasado. Esta caída se debe, fundamentalmente, a que el Gobierno tiene trabadas partes que vienen de Brasil, se integran aquí, y se devuelven a territorio brasileño, completando un déficit comercial que sigue siendo preocupante con el principal socio del Mercosur. Justamente, las trabas para evitar la fuga de dólares alteraron por completo la participación de Brasil y Uruguay en el reparto de la exportación. Sobre el total de autos enviados al exterior, Brasil se quedó con “apenas” el 74,2% (tenía más del 80%), seguido por 8,9% enviados a Europa, 5,8% a México y 2,8% a Colombia, que por primera vez supera a Uruguay y Chile como destinos. En cuanto a patentamientos por jurisdicción, la provincia de Buenos Aires sigue encabezando, con el 32,69% del total de autos registrados, seguido por el 14,76% en Capital Federal, el 9,73% en Córdoba, el 8,27% en Santa Fe y el 3,84% en Mendoza.

Todo este movimiento se observa con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y con la ministra de Industria, Débora Giorgi, impulsando a las empresas para que fabriquen más autopartes en la Argentina. Detrás de eso hay una estrategia a dos puntas: generar empleo y conseguir más recaudación (la AFIP está pidiéndole datos a los concesionarios sobre operaciones por autos de más de 300.000 pesos). Las trabas al comercio están provocando movimientos inesperados. La japonesa Honda, por ejemplo, está jaqueada por falta de autopiezas (las tiene trabadas en el puerto). Peugeot y General Motors hacen alianzas para poder pulsear contra Volkswagen allá arriba. Mientras Chrysler, para no quedar fuera de la pelea, promete abrir centros de distribución en la Argentina y Brasil, asegurando que hará autopiezas, para que le dejen entrar autos.

Con ese mismo baile, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pelea con México para que los dólares no se escapen de Brasil. El escenario actual tiene lo suyo. El presidente de ADEFA, Viktor Klima, señaló que en materia de producción y ventas “fueron superadas las expectativas”, y destacó que “para consolidar la tendencia de expansión del sector se impone continuar redoblando esfuerzos en la cadena de valor y estrechando la colaboración de ésta con las diferentes áreas de Gobierno”. En ese marco, el titular de la asociación reafirmó “el compromiso de continuar desarrollando proveedores, objetivo para el cual las terminales destinaron en los últimos tres años 20% de sus inversiones, más de mil millones de pesos”, y puso de relieve la complejidad productiva de la industria “que trabaja just in time para lograr un producto final integrado por más de 3.000 piezas”. Pero para rematar advirtió: “Para desarrollarse el sector necesita previsibilidad en los marcos normativos que rigen las relaciones comerciales multilaterales y bilaterales”.

(De la edición impresa)

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