Según el informe "Transparencia Fiscal Municipal en la Provincia de Buenos Aires - 2023", realizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, que mide la "visibilidad y disponibilidad de los presupuestos y su ejecución en las respectivas páginas web oficiales de cada municipalidad", los municipios bonaerenses mantienen una relación dispar con la transparencia.
A fin de indagar sobre algunas tendencias en este fenómeno complejo, es necesario un análisis centrado en la localización de los municipios y su tamaño poblacional.
Esto es especialmente importante en tanto hay un sesgo a pensar que el AMBA es caótico y menos transparente, mientras que las ciudades más pequeñas, generalmente rurales, son idílicas. Resulta fundamental contrastar esta creencia común frente a los datos de la realidad.
Un primer abordaje sobre el tema refiere el clivaje AMBA vs interior. Allí vemos que el 52% de los municipios del interior de la provincia se ubican en las categorías de media y alta transparencia fiscal, mientras que solo el 32,5% de los municipios del AMBA mantienen tales valores. Más aun, dentro de la categoría de alta transparencia, el 86% de los municipios catalogados se encuentran en el interior de la provincia, mientras que el AMBA representa sólo el 14% restante.
En el extremo opuesto, el 32,5% de los municipios de AMBA fue calificado como "nulo" en términos de transparencia fiscal, contra sólo 17% de los del interior, evidenciando que en gran parte de sus municipios tienden a tener "nula Información" y muy pocos entran en la categoría de alta transparencia.
Sin embargo, el clivaje anterior deja afuera muchas cuestiones, mezclando en el interior a muchos municipios que son en la práctica desmesuradamente diversos entre sí. Resulta necesario entonces abordar la cuestión desde la perspectiva poblacional, donde surgen aspectos interesantes y, sobre todo, un nuevo actor con virtudes particulares: la ciudad intermedia, con una masa crítica poblacional que le permite contar con una estructura burocrática profesional apta. No es tan grande como para saturar al sistema en el día a día, ni tan pequeña que no pueda nutrir a sus cuadros burocráticos.
Emerge del análisis que, de las denominadas ciudades/municipios intermedios, de entre 20.000 y 150.000 habitantes, el 65% cuenta con "alta transparencia" (24 sobre un total de 37 municipios con valuación alta). Mientras tanto, sólo hay cuatro ciudades/municipios con más de 150.000 habitantes en la misma categoría, siendo tres de ellos parte del AMBA: apenas el 11%. Otros nueve municipios del interior de la provincia, con menos de 20.000 habitantes, representan el 24% restante.
En lo que respecta a la categoría media de transparencia, de los 25 casos computados en tal rango, casi la mitad (48%) son ciudades/municipios intermedios; los pequeños representan el 16% de esa categoría -todos del interior de la provincia- y los grandes el 36% (la mayoría del AMBA).
Del otro lado, en la categoría de nula transparencia fiscal, las ciudades/municipios intermedios representan el 31% del total, podio que comparte con los grandes, que también ocupan el 31%. Por su parte, los restantes 11 casos (38%), se corresponden a los municipios de menos de 20.000 habitantes.
Entre de los grandes conglomerados (más de 150.000 habitantes, 27 sobre 30 pertenecen al AMBA) llama la atención que más de la mitad (57%) responden al rango de baja/regular o nula y sólo el 43% a medio o altos niveles de transparencia fiscal. Más aun, es preocupante que sólo 13% fueron calificados en la categoría de alta transparencia.
En el rango de las ciudades pequeñas, la situación es más dramática: 40% se encuentra en baja/regular, y si se suma la sula, se llega al 67,5%. Contrariamente, en lo que respecta a las ciudades/municipios intermedios, 55% están dentro de las categorías alta y media, y se destaca que 37% es parte de la categoría alta. Sólo 14% corresponde a la categoría nula.
En términos evolutivos, cuando se analizan los que mejoraron posiciones en la transparencia respecto al último análisis de 2022, 5 de 9 son ciudades/municipios intermedios. El resto de la lista pertenece al grupo "pequeño", son todos del interior y de menos de 20.000 habitantes. Queda a la vista que los grandes son los que más problemas tienen para adaptarse y mejorar posiciones.
A partir de este análisis, podemos encontrar que hay una incidencia negativa en pertenecer al AMBA y estar en los extremos poblacionales (tener muy poca población o mucha) sobre los niveles de transparencia logrados. El buen posicionamiento de las ciudades/municipios intermedios deja en evidencia que es un grupo de municipios que parecerían unificar dos cuestiones centrales para poder dar más transparencia:
Un tamaño poblacional manejable: por ende, tienen menos demandas y urgencias cotidianas en comparación a los municipios grandes.
Una planta administrativo-profesional apta: cuentan con una estructura administrativa que tiene más complejidad y destrezas que los municipios pequeños.
Justamente, el "interior pequeño" y el AMBA (donde se acumulan los municipios grandes) se unen a pesar de sus diferencias. Padecen problemas para poder demostrar más transparencia, aunque el origen de sus problemas es de diferente naturaleza.
En el AMBA, la cantidad de demandas ciudadanas y problemas derivados de la masividad, generan una priorización en cuestiones de corto plazo. Por su parte, en el "interior pequeño", sus estructuras administrativas reducidas podrían explicar por qué el ordenamiento y publicación de información no es prioritaria. Una tarea pendiente más, entre tantas, del sistema político a nivel subnacional.
