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Robinhood, Budweiser, PayPal y hasta Cuba quieren sumarse a la fiesta cripto

Con el aumento que tuvo el Bitcoin en los últimos días, varios ven la oportunidad de sumarse a la movida cripto.

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Gonzalo Martínez Mosquera 01 septiembre de 2021

Por Gonzalo Martínez Mosquera

La semana pasada arrancó con una muy mala noticia para las criptos.

Como venimos comentando, en Estados Unidos se está debatiendo la “Bipartisan Infrastructure Bill”, una propuesta para invertir US$ 1 trillón en un plan para renovar la infraestructura de ese país. La misma incluye el cobro de impuestos a los brokers involucrados en el mundo cripto y la preocupación es a cuales de los participantes involucraría aquella definición.

Hasta la semana pasada se suponía que había acuerdo de los dos partidos para agregar una enmienda que excluyera a los validadores de transacciones de pagar ese impuesto y de entregar información al IRS (el organismo encargado de la recaudación impositiva).

Pero una pelea entre dos legisladores le envió un balde de agua fría al ecosistema cripto. El senador republicano Richard Shelby quería incluir otra enmienda que significara un aumento para los gastos militares, lo cual fue rechazado por el demócrata Bernie Sanders. Ello motivó que Shelby, en represalia, retirará su apoyo a la primera enmienda mencionada y, aparentemente, los validadores quedarían incluidos como sujetos obligados, lo cual no cayó nada bien en la comunidad.

Pero mientras que desde Estados Unidos llegan algunos nubarrones, más al sur, en Centroamérica, las criptos siguen avanzando.

Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, anunció que la wallet oficial para operar Bitcoin estará lista este 7 de septiembre, en apenas una semana. Este será el comienzo oficial del Bitcoin como curso legal en aquel país. En tanto, la isla de Cuba no quiso quedarse atrás y sus autoridades informaron que “reconocerán y regularán” la actividad en ese país.

https://twitter.com/El_Econ/status/1432351607442792451

Buenas y malas noticias. Nada parece importar a Michael Saylor, CEO y cofundador de Microstrategy, una compañía que da servicios de software e Inteligencia Artificial. En un tweet de la semana pasada anunció que la empresa compró 3,907 Bitcoins por US$ 177 millones y que al momento es dueña de 108,992 Bitcoins.

Esos Bitcoins fueron adquiridos por casi US$ 3.000 millones, lo que implica un precio promedio cercano a los US$ 27.000 por Bitcoin. Nada mal considerando que al momento de escribir estas líneas la moneda digital más conocida cotiza alrededor de los US$ 48.000, generando una ganancia implícita de más de US$ 2.000 millones.

Pero no es el único que se benefició con la suba de las criptos.

En su reporte financiero para el segundo semestre del año, RobinHood, una plataforma para hacer trading financiero por Internet, informó que el 60% de sus clientes tienen criptomonedas, que el 41% de sus ingresos es atribuible a las criptos y que, de ese total, el 62% se originó en trading de Dogecoin. Esta última es una cripto que se creó como un meme y que tiene fuerte respaldo de figuras famosas como Snoop Dog. Recordemos que la plataforma RobinHood suele ser usada por el público más joven, lo cual muestra el atractivo que genera el ecosistema en las nuevas generaciones.

Y claro, por más que los reguladores y los recaudadores de impuestos se opongan, la realidad muestra que nadie se quiere perder la fiesta.

Es por ejemplo el caso de PayPal. Jose Fernandez da Ponte, gerente general de PayPal para Blockchain, Criptos y Monedas Digitales, aseguró que el negocio cripto en Estados Unidos “está funcionando realmente muy bien”.

A comienzos del año comentamos que ese servicio de pagos permitió la compra de criptos a través de su plataforma. Pues ahora anunció que esa posibilidad se extenderá a sus clientes del Reino Unido.

De esa manera, tanto RobinHood como PayPal se estarían convirtiendo efectivamente en exchanges cripto dado que hacen de intermediarios entre el sistema tradicional y el de las criptomonedas. Es un mercado que nadie quiere perderse.

Pero la pregunta que sigue en el aire es la que planteamos la semana pasada. ¿Cómo manejará PayPal la amenaza del crecimiento de las stablecoins?

Y si hay una stablecoins que viene creciendo fuerte y quiere seguir haciéndolo, esa es USDC. Esta semana presentó un nuevo equipo encargado de crear una red global de stablecoins. En principio la idea sería asociarse con instituciones locales en distintos países para crear monedas estables denominadas en las unidades de cuenta de cada país. Ello convertiría a Center Consortium, el emisor de USDC, en una gran casa de cambio mundial funcionando sobre Blockchain.

Es un caso de uso que personalmente creo que es fundamental que exista. Tener la posibilidad de operar de manera 100% descentralizada en un mercado que por definición no puede estar dirigido por un gobierno en particular pareciera un traje a medida de la tecnología detrás de las criptomonedas.

En un mundo donde avanzan las CBDC, una pregunta que queda es cómo se realizarán los trades de monedas para el movimiento de capitales y el comercio internacional. Si hubiera una opción de stablecoins por cada moneda del planeta y todas tuvieran su token representado en una misma Blockchain, entonces el mundo se ahorraría una enorme cantidad de recursos que hoy se desperdician en intermediarios.

Blockchains como Algorand, por ejemplo, permiten además la posibilidad de tener “Atomic Swaps” en el “layer one” de la plataforma, lo que implica que si yo quisiera comprar dólares con mis pesos, podría enviar mis pesos a mi contraparte y sólo le llegarían al otro si aquel enviara los dólares, todo con la misma seguridad de la plataforma nativa.

Ya no es necesario confiar en el otro ni acudir a terceros.

Además en la Blockchain podrían crearse pooles de liquidez donde los participantes depositaran sus stablecoins para que ellas fueran usadas para facilitar la liquidez (valga la redundancia) y que quienes desearan hacer intercambios pudieran hacerlo sin la necesidad de buscar una contraparte.

Son algunas de las opciones que surgen en este maravilloso mundo. Un mundo, sin embargo, que no está exento de riesgos.

La semana pasada un bug en el código detrás de la red Ethereum generó que esa plataforma se dividiera en dos (un “Hard Fork”, en el idioma cripto) y que causó que más de la mitad de los nodos se apartaran de la Blockchain “oficial” por un tiempo. El peligro que ocasionan estas divisiones es el del doble gasto de una misma moneda: una vez en la Blockchain central y otra en el Fork.

Si bien no ocasionó mayores inconvenientes dado que aquellos fueron actualizando sus códigos a la versión corregida, es una muestra clara de la fragilidad que puede generarse cuando una red desea actualizarse.

Quien sin embargo pareciera confiar en Ethereum a pesar de todo es Budweiser. La cervecera propiedad de Anheuser-Busch InBev se lanzó a comprar NFT (Tokens no Fungibles) que funcionan sobre esa red. Gastó, por ejemplo, 30 Ethers (aproximadamente US$ 96.000) en el nombre “Beer.eth”. Esa es la forma de registrar un nombre en la red de Ethereum.

Es un tema controversial, en el mundo de la descentralización se supone que es un activo valioso la anonimidad y al revelar cuál es el nombre que tiene registrado también está mostrando cuál es la dirección de su wallet. Los cripto fans no tardaron en “regalarle” una serie de penes virtuales los cuales enviaron a través de la blockchain.

Es probable que muchos en el ecosistema quieran tener una actitud similar con Richard Shelby, el senador mencionado más arriba. Esperemos que si en un futuro decide abrir una billetera cripto no revele ni su clave pública ni tampoco su “nombre.eth”.

Más de un hacker lo está esperando ansioso para hacerle la guerra virtual.

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