A partir de este jueves 1 de agosto comenzó a regir la nueva escala de Impuestos Internos que aplica sobre los 0 km dispuesta por el Gobierno Nacional.
La novedad es que esta vez, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) decidió que la actualización tenga vigencia hasta el 31 de agosto, es decir sólo por un mes cuando habitualmente lo era trimestres, algo que provocaba que los montos quedaran rápidamente desactualizados por efecto de la inflación.
De esta forma, a partir de ahora deberán pagar la primera categoría del impuesto (que es del 20%) los 0 km cuyo precio salido de fábrica sea igual o mayor a $28.426.233,45, y que con el agregado de IVA y otras comisiones queda al público a $40.500.000.
Hasta el miércoles esta escala alcazaba a los modelos de $26.230.344 pesos, con un precio al público de alrededor de $37.000.000.-
La segunda categoría (que le suma 35%) pasó en agosto a afectar a los modelos de $52.479.201,76, equivalentes a $90.000.000 al público, cuando antes era de $48.425.253 y aproximadamente $83.000.000.-
El impuesto más distorsivo
El mal llamado "Impuesto al lujo" es considerado por todo el sector -terminales e importadores- como el más distorsivo debido a que afecta a autos de segmentos de entrada e incluso de producción nacional; esto es señalado como un contrasentido porque las ventas se vieron afectadas y el Gobierno se privó de recaudar ante un mayor volumen.
En los últimos años, modelos como la Chevrolet Cruze, Chevrolet Tracker y algunas versiones de Peugeot 208 que se fabrican en el país fueron afectados, mientras que históricamente sólo se "salvaron" las pick-ups por no estar incluidas dentro del pago de este tributo por ser consideradas (sin distinción de tamaño, versión ni origen) como vehículos de trabajo.
Con esta actualización no sólo varios modelos dejarán de pagar Impuestos Internos de manera directa sino también de forma "indirecta" porque las marcas comienzan a sincerar sus listas de precios que estaban "topeadas" para que en teoría no lo pagaran, aunque al llegar al concesionario los clientes debían abonar la diferencia de alguna u otra forma.
