Que las pick-ups, de todos los tamaños, son el corazón del negocio de Ford a nivel mundial no es noticia. Lo que sí lo es es su reciente cambio de decisión que apunta a retrasar algunos planes vinculados a la electromovilidad y apostar a las camionetas con motores (muy grandes) a combustión.
La automotriz anunció que comenzará a producir en 2026 la línea de pick-ups Super Duty de la Serie F en la planta de montaje que tiene en la localidad de Oakville en Ontario, Canadá, modelo que hasta el momento se hacía en las plantas de Ohio y Kentucky, Estados Unidos.
Esto supone, al mismo tiempo, retrasar la fabricación de vehículos eléctricos al menos hasta 2027, ante la caída de la demanda por parte de los clientes. La decisión de producir la Super Duty implica incrementar su capacidad de fabricación en 100.000 unidades al año, mediante una inversión de US$ 2.300 millones.
Unos US$ 700 millones extra serán destinados a modernizar las instalaciones de otras plantas estadounidenses.
Cambio de planes en Ford
Originalmente la planta de Oakville iba a estar enfocada en modelos electrificados, y el próximo iba a ser un SUV enchufable, con tres filas de asientos y siete plazas.
El Gobierno de Canadá le había otorgado a Ford casi US$ 440 millones (600 millones de dólares canadienses) en subsidios para la producción de vehículos eléctricos en esa fábrica.
No obstante esta nueva inversión del Óvalo permitirá asegurar 1.800 puestos de trabajo, y añadirá 150 en la planta de producción de motores que Ford tiene en la localidad de Windsor, así como otros 70 en diversas plantas en Estados Unidos.
¿A qué se debe este cambio? Ford justificó la decisión por la elevada demanda de camionetas pick-up a la vez que se redujo la de autos eléctricos. El presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley, afirmó en un comunicado que las plantas de Kentucky y Ohio están funcionando a su máxima capacidad pero no pueden responder a la demanda.
Sólo en el primer semestre de 2024, en estas dos plantas se produjeron más de 200.000 unidades de Super Duty, usados -según la versión- tanto para distintos rubros pesados (incluido el campo) como para la recreación.
Por su parte, el director operativo de Ford, Kumar Galhotra, declaró que "esta inversión beneficiará a Ford, nuestros empleados y los Estados Unidos y especialmente a nuestros clientes que quieren y necesitan la Super Duty para sus vidas y empresas".
La compañía dijo que "sigue comprometida" con el desarrollo de un negocio de vehículos eléctricos "creciente y rentable", y agregó que el desarrollo de sus SUV eléctricos será trasladado a otro lugar, aunque no lo especificó.
Las Super Duty de la Serie F de Ford son camionetas que no se comercializan en todos los mercados sino que casi son exclusivos de Norteamérica.
Hay versiones, por ejemplo, con motores V8 turbo diesel de 6.7 litros con 500 cv de potencia y 1.600 Nm de torque, así como otras con motores nafteros V8 de 7.3 litros que entregan una potencia de 430 cv y un torque neto de 650 Nm.
Ver que en esta época, en medio de los planes de electrificación que se comunican casi a diario, una automotriz confirme una inversión para aumentar la producción de este tipo de vehículos es más que una señal clara que no todo es absoluto y que de la planilla de Excel a lo que sucede en la calle hay una gran diferencia.
