Los data centers usarán 4% de la demanda eléctrica de todo el planeta para 2030: Goldman Sachs
A medida que avanza el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), crece la preocupación sobre los problemas climáticos que esto podría generar: para 2026, se espera que la potencia informática dedicada al entrenamiento de la IA se multiplique por diez.
La realidad es que, al tiempo que se gasta más energía, se necesitan más recursos, lo que ha dado como resultado aumentos exponenciales en el consumo de energía y, quizás, lo más inesperado, en el del agua.
Según un informe de Goldman Sachs, para 2030 habrá un aumento del 160 % en la demanda de energía impulsada por aplicaciones de IA.
Estas cifras se han visto reflejadas recientemente, cuando Google confirmó que, en los últimos cinco años, sus emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron 48 %.
Específicamente, en su afán de impulsar el desarrollo de la IA, la compañía de Silicon Valley emitió 14,3 millones de toneladas de carbono en 2023, un aumento del 48 % con respecto a su línea de base de 2019 y un aumento del 13% desde el año pasado.
Sin embargo, más allá de las preocupantes cifras, muchos creen la IA podría ser una nueva y poderosa herramienta para la sostenibilidad, acelerando la rapidez con la que se resuelven los problemas, ayudando a comprender y hacer frente al cambio climático, y apoyando la incipiente transición energética.
Justamente, sobre este asunto, se refirió recientemente Bill Gates, quien consideró que la IA tiene el potencial no solo de aumentar la demanda energética, sino de contrarrestarla significativamente.
En este sentido, mencionó avances tecnológicos que están en camino de mejorar la eficiencia de las redes eléctricas, lo que podría lograr una reducción del consumo energético superior al 6% y neutralizaría cualquier incremento inicial.
Además, dijo que, según sus cálculos, aunque es posible que los centros de datos incrementen su demanda energética hasta en 6%, lo más probable es que el incremento se sitúe en el 2,5 %.
"La IA nos ayuda a modelar cosas en las ciencias: comprender mejor los materiales, los catalizadores y cómo producir proteínas. En todos los campos de actividad, la IA acelerará la innovación, ya sea en medicina o ayudando con la tutoría y la educación", explicó Gates.
"Con el cambio climático, algunas de las cosas más complejas, como modelar la energía de fusión nuclear (que no emite gases de efecto invernadero), serán mucho más fáciles de hacer gracias a la Inteligencia Artificial", agregó.