"En la tapa va a haber una foto con una chica y un ramo de flores y quiero que no diga nada. Ni Charly García, ni nada. Es una tapa medio sesentona, setentista... del '69 al '73, y el título es 'Cómo conseguir chicas'. Por supuesto, no dice cómo... se supone que comprando el disco, ja".
El testimonio es del artífice de la obra, Charly García. Y el rescate de ese fragmento figura en el excelente trabajo "A Todo Volumen: Historias de Tapas del Rock Argentino", un libro del periodista Sebastián Ramos que recorre el discurso de las portadas del rock vernáculo y que siguió con su producción y desarrollo en las redes sociales.
Así, con el impacto de una joven, una ninfa de estética naif, se sentaba el músico más importante del rock argentino en 1989, hace exactamente 35 años, de cara a las entrevistas para explicar cómo se proponía cerrar la década, la más fructífera de su usina creativa.
Y un disco, sobre todo en la todavía vigente era del vinilo, que inicia su impresión por la tapa, que fue un impacto puro y duro. El disco de estudio anterior de García fue Parte de la Religión. Con el músico en portada en una fabulosa foto en una iglesia ortodoxa de Nueva York y una iluminación con destello noir. Y fue una placa absolutamente exitosa que marcó el registro de Charly en el segundo lustro de su década sobresaliente. ¿Cómo fue que llegó esa tapa recargada de color, con una joven desconocida y ese toque naif de una decena de flores de colores?
"Sí creo que las chicas forman parte importante del contexto del disco", definía Charly García en una entrevista en la emblemática revista Pelo de abril de 1989.
Y agregaba: "Si tomás el casete es como una secuencia, no hay silencio entre las bandas, las separaciones entre los temas en el disco son visuales porque hay música todo el tiempo. Cuando termina un lado está perfectamente calculado para que lo puedas dar vuelta y seguir la película que termina con Shisyastawuman, que es la chica de la tapa mi fantasía".
Charly definió magistralmente el corazón de un álbum que tuvo la pretensión de ser conceptual. Un círculo perfecto en el que la música está por delante de la lírica. Mientras que Parte de la Religión dejó una marca con algunas de las mejores letras del rock vernáculo, Como Conseguir Chicas cerró la década en forma de usina sonora.
Una conjunción de todo lo que Charly había realizado en los años anteriores. Un disco que pensó en inglés (de ahí que el tema final quedase en ese idioma) y que transformó al castellano jugando con palabras que surfearon por encima de las melodías. Fue el productor Joe Blaney quien le aconsejó que cantase las canciones en castellano. Pero de esa aventura sobrevivió el tema final, Shisyastawuman (fonética de She's Just a Woman), como testigo y cierre angelical de la placa.
Blaney acompañó a Charly en su mejor proceso creativo. Fue el artífice del sonido de Clics Modernos en un momento en que tenía en su CV artistas como Prince o Los Beastie Boys.
Un momento único
La construcción del disco se puede rastrear como si se tratara de un pequeño juego Lego al que se le van sumando piezas que siguen un estricto recorrido. En el caso de García, ese plano son los últimos años de la década del ochenta y su nueva agrupación Los Enfermeros, con los que inició una gira por América Latina y Estados Unidos para recalar en el Ritz de Nueva York.
Pero mucho antes de eso, las melodías de Cómo Conseguir Chicas habían comenzado a circular. En 1988 Charly García realizó su debut actoral en la película Lo que Vendrá, del director Hugo Mosquera. Una suerte de policial de ciencia ficción con referencias a los trabajos del cine europeo en ese género.
Charly, además de participar en un rol clave de la película frente a cámara, se encargó de la banda sonora. Varias puntas de lo que suena en ese álbum de música incidental están presentes en el disco que iba a salir un año después.
Por ejemplo, la canción Anónimo Musical es, literalmente, la versión instrumental del tema Zocacola, pieza que en Cómo Conseguir Chicas, Charly canta a dúo con Herbert Vianna, el líder de Os Paralamas.
Pero para entender un poco el contexto respecto de lo que representaba Charly García en ese momento, hay que remontarse unos meses antes y a la televisión pública. Antonio Gasalla iniciaba uno de los ciclos de humor más exitosos de la historia de la TV local: El Mundo de Antonio Gasalla. La presentación del programa iniciaba con un riff de funk bellísimo que daba lugar a una canción en inglés.
Se trataba, nada más y nada menos, que del tema Funky, corte principal de Cómo Conseguir Chicas, que nació como cortina musical de un show televisivo. De hecho, Charly y Gasalla compartieron una amistad artística que fomentaron en sus respectivos terrenos: el músico como invitado estrella al programa de TV y Gasalla como participante en los recitales de presentación del disco, en octubre de 1989 en el Gran Rex, haciendo uno de sus personajes más famosos mientras sonaba en vivo en el escenario, obviamente, Funky.
El violinista en el tejado
Si bien establecer variables de análisis para definir marcos coyunturales en el origen de cualquier obra es algo sumamente rico y necesario para su abordaje, en el caso de Como Conseguir Chicas es imprescindible. A las cuestiones citadas anteriormente hay un hecho que se suma. Un hecho que, podría decirse, tuvo trascendencia internacional.
En octubre de 1988, la gira musical de Amnesty cerraba su recorrido mundial con un show a estadio lleno en Buenos Aires. Resultó, en ese momento, la mayor convocatoria a un espectáculo de rock en la historia del país. El tronco artístico principal de la gira eran Sting, Peter Gabriel, Bruce Springsteen (encargado de cerrar el show) y, en segunda línea, Youssou N Dour y la por entonces poco conocida Tracy Chapman.
En la apertura se sumaron dos valores locales: León Gieco y Charly García.
La tarde abrió con todos los músicos en escena cantando Get Up, Stand Up, el tema de Marley y Peter Tosh, un emblema de la lucha por los derechos humanos.
Luego de Gieco, una Charly al borde del colapso irrumpió en escena con un show potente de cuatro canciones. Una interna fuerte en la organización le impidió contar con sonido e instrumentos como corresponde. Al respecto, y en la misma entrevista del periodista Juan Manuel Cibeira en la Revista Pelo, Charly comentó: "Los días previos fueron un infierno desde el día que recibimos el fax que decía NO LOCAL ARTIST (sin artistas locales). Entonces les contestamos que si todo se cancelaba acá iba a pasar algo, porque la gente sospechaba que todo era medio trucho".
Lo cierto es que el episodio Amnesty sumado a una pelea pública con Bruce Springsteen, delinearon una muestra del García de los noventa: esa simbiosis entre genialidad absoluta y juego extremo constante en el fleje de lo tolerable. Es que, por otro lado, la relación con artistas de ese calibre a los que el músico argentino no tenía nada que envidiar, forjó una de las mejores colaboraciones de la historia de la música local.
Charly pensaba en esta posibilidad de antemano, así que ubicó las primeras sesiones de grabación del disco en el fin de semana del recital de Amnesty. Fue así que, entre afectuosas presentaciones y un feeling interesante con Peter Gabriel emergió la figura de L. Shankar.
¿Quién era? Un excelente músico indio, un violinista eximio. Pero también cantante, arreglador y compositor.
Charly le acercó la idea de sumarse en uno de sus temas y Shankar grabó una serie de riffs en violín espectaculares que enmudecieron hasta al mismísimo productor, Joe Blaney. De esa alquimia, surgió No me Verás en el Subte, uno de los temas musicales más exquisitos de la historia del rock argentino y perla absoluta de ese excelente disco: "Las almas que no tienen dónde ir se vuelven a reunir en subterráneos"
Cómo Conseguir Chicas es, probablemente, el disco de Charly García más revisitado en esta última década. Debió luchar una batalla importante con esas cinco obras maestras que lo precedieron cronológicamente: Yendo de la Cama al Living, Clics Modernos, Piano Bar, Tango y Parte de la Religión. Pero encontró su lugar destacado, finalmente, en esa media docena de lo mejor que dio el rock argentino en toda su historia.
