Las diferentes posturas que coexisten en Juntos por el Cambio, con relación a la estrategia que debe seguirse quedaron aún más expuestas en los últimos días.
Una primera división se observó semana atrás en el tratamiento del Presupuesto entre aquellos diputados que estaban dispuestos a acompañar el retoro del proyecto a comisión y los querían acelerar la votación para infringirle una derrota al oficialismo.
También dividió a aguas el Consenso Fiscal que acompañaron los gobernadores radicales, pero del que no participó Horaco Rodríguez Larreta porque una de las condiciones para firmarlo era desistir de las demandas que las jurisdicciones pudieran tener contra la Nación, un paso que el gobernó de las CABA no estaba dispuesto a dar.
Vino luego la negativa inicial de los gobernadores y del jefe de Gobierno de Juntos a concurrir a la convocatoria del Gobierno para informar sobre el estado de las negociaciones con el FMI. La ausencia de los legisladores, que son los que en definitiva tendrán que aprobar el acuerdo y el excesivo protagonismo que quiere tener Guzmán al pretender un auditorio conformado por todos los gobernadores, justificaron la negativa de la oposición. Pero varias conversaciones del Presidente con Gerardo Morales hicieron que la UCR moderara su actitud y finalmente los gobernadores enviarán representantes a la reunión de hoy. Pero no irá nadie del gobierno porteño. Los mandatarios radicales también aceptaron reunirse con el Presidente, y con la presencia de los líderes parlamentarios, en las próximas semanas.
Por otra parte, un grupo de legisladores del sector duro del PRO que se referencia en Patricia Bullrich presentó proyectos sobre reducción del IVA y retenciones dejando en claro los actuales alineamientos internos. Pero además, presentaron esos proyectos junto a Javier Milei, como para que no haya dudas sobre hacia donde consideran que debe ampliarse la coalición. El acercamiento a Milei de los halcones del PRO es cuestionado por los radicales y la Coalición Cívica.
En el plano provincial, también se exhibió una división en los bloques de la Legislatura bonaerense en ocasión de votarse la ley que permite otra reelección para los intendentes en 2023.
Si a esto se suma la derrota en una votación en Diputados por tener dos legisladores de viaje (una de ellas en Disney lo que constituye toda una metáfora) el saldo de las semanas posteriores a su triunfo electoral no fueron las mejores para la oposición y dejaron al descubierto la falta de liderazgos claros.
