Usando un método complejo y novedoso, el politólogo Kenneth Bunker (PhD en Ciencia Política de la London School of Economics) publicó ayer su pronóstico electoral para las elecciones de Argentina. “Hay muchas formas de hacer pronósticos electorales (encuestas, expertos, modelos cuantitativos, mercados electrónicos, etcétera). Yo uso una línea de investigación más nueva, basada en la agregación de datos y representación de espacios de estados. En el ámbito de ciencia política, es una aproximación que se le ha denominado el modelo dinámico lineal. En corto, es la estimación de estados latentes por medio de algoritmos bayesianos y cadenas de Markov”, escribió Bunker, que además es Profesor visitante en la Universidad de Milán, en el blog Tresquintos Chile.
“Uso un modelo de dos etapas que solo usa encuestas como input. En la primera etapa busco eliminar potenciales sesgos de las encuestas, al controlar por la precisión de sus encuestadoras en elecciones anteriores, su nivel de error aleatorio y su distancia de la elección. En la segunda etapa busco simular la elección con los datos que resultan de la primera etapa. Después de 30.000 simulaciones obtengo la mejor estimación del resultado (el pronóstico)”, explica allí y asegura que testeó el modelo en las 26 elecciones más recientes de once países en América Latina y, dice, “el modelo siempre fue más certero que las encuestas”. Para los que están más interesados, se sugiere leer su posteo: allí detalla, además, como controla y uso los datos primarios, es decir, las encuestas.
Ahora, hecha la necesaria introducción, ¿quién va ganar la elección presidencial de 2019? “Es prematuro saberlo, considerando que aún no se celebraron las PASO. Pero, de igual modo, se puede simular una distribución de preferencias (e intervalos de credibilidad) usando el modelo de dos etapas”, dice Bunker.
Los números (que son para las generales del 27 de octubre) muestran a Alberto Fernández en 43,35%, Mauricio Macri en 38,27% y Roberto Lavagna en 8,99%. En otras palabras, Alberto quedaría a poco de imponerse en primera vuelta, pero sin cruzar la línea de 45%. En diálogo con El Economista, Bunker aclara que “es un pronóstico de distribución de votos si esos fueran los candidatos”. Si bien todos parecen confirmados, puede haber bajas tras las PASO que alteren el resultado final.
