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Los ganadores de noviembre se conocerían en septiembre

Elecciones-urna
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26 julio de 2021

Por Augusto Milano

Las primarias, que se harán el 12 de septiembre, han sido poco utilizadas hasta ahora para dirimir candidaturas, que es para lo que fueron creadas. Pero fueron casi infalibles para anticipar los resultados de las elecciones generales que este año se harán dos meses después.

El primer año en que se utilizaron fue 2011 y en esa ocasión Cristina Kirchner las ganó ampliamente y posteriormente en las generales amplió su ventaja. En las legislativas de la provincia de Buenos Aires en 2013 ocurrió algo similar porque Sergio Massa se impuso por mayor diferencia en las generales que en las primarias. En ambos casos, hubo un premio para los ganadores de las PASO porque nada le da más prestigio a un político que ganar elecciones.

En 2015, si bien las primarias las ganó Daniel Scioli, la diferencia de votos que obtuvo sobre Mauricio Macri fue más ajustada que la esperada y con pocas posibilidades de lograr los requisitos necesarios que establece la Constitución para consagrarse en la primera vuelta como aspiraba el entonces gobernador sabiendo que en un balotaje llevaba las de perder. En 2015, la existencia de primarias facilitó que se constituyese Cambiemos porque permitió una competencia por las candidaturas presidenciales. Ese año, en el caso específico de la provincia de Buenos Aires, el resultado de las primarias del Frente para la Victoria, con el triunfo de un candidato resistido por muchos sectores como era Aníbal Fernández, facilitó el triunfo de María Eugenia Vidal que tuvo un enorme impacto.

A diferencia de 2015, casi no hubo competencia en las primarias de 2017, pero su influencia se volvió a sentir. En el caso específico de la provincia de Buenos Aires, en las primarias de la elección de senadores Cristina Kirchner ganó por una diferencia tan pequeña ? muy inferior a la que se estimaba - que no dejó dudas de que perdería en las generales como efectivamente ocurrió. Volvió a quedar claro, que por las características de su electorado, el kirchnerismo obtiene mejores resultados en las PASO que en las generales.

A su vez, las primarias realizadas el 11 de agosto de 2019 dejaron en claro que Alberto Fernández sería el próximo presidente y el propio Macri siempre sostiene que su gobierno terminó ese día.

Nada indica que las cosas serán diferentes este año en el que habrá muchas primarias competitivas. Y por ese motivo, el oficialismo y la oposición se concentran en el 12 de septiembre porque saben que les será muy difícil revertir un mal resultado en las primarias. Para llegar en mejores condiciones, el Gobierno, cuya evaluación será el principal determinante del voto de los ciudadanos, necesita más vacunas en los brazos y más dinero en el bolsillo de los argentinos. ¿Puede cambiar algo este año dado que habrá muchas primarias competitivas? En principio no, porque nada indica, por ejemplo, que en la provincia de Buenos Aires alguien que haya votado por Manes o Santilli en las primarias vaya a hacerlo por Tolosa Paz en las generales si su candidato no gana. Pero el escenario puede ser distinto en provincias con tres espacios fuertes como Santa Fe y Córdoba.

Este año no podrán calificarse a las primarias como una mera encuesta. En esta ocasión definirá candidatos y con ello liderazgos internos en cada una de las coaliciones y por eso los que tienen pretensiones para 2023, se juegan mucho ahora. Por ejemplo, el proyecto presidencial de Rodríguez Larreta, que desplazó al macrismo del armado de las listas, está condicionado, en buena medida, al resultado de las primarias en la provincia de Buenos Aires.

A su vez, en aquellas provincias en las que los actuales gobernadores no podrán competir en 2023, las primarias también serán la clave para empezar a definir la oferta electoral dentro de dos años.

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