El índice de inflación y los conflictos internos por los cuestionamientos del kirchnerismo complican el panorama electoral del Frente de Todos. En ese contexto, las chances de Juntos por el Cambio en teoría deberían crecer, pero las indefiniciones y las peleas dentro de la coalición opositora ponen en duda cualquier pronóstico.
- A nivel de las provincias, los conflictos crecen. La UCR de Río Negro abandonó Juntos por el Cambio e hizo un acuerdo con el senador Alberto Weretilneck que aspira a volver a gobernar la provincia.
Weretilneck lidera el partido local Juntos Somos Río Negro, en líneas generales viene acompañando al Gobierno Nacional y es el favorito en las elecciones que se realizarán el 16 de abril.
El mismo día elegirán a sus autoridades la vecina Neuquén, en donde los partidos que conforman JxC irían separados. Los radicales impulsando la candidatura de Pablo Cervi y el PRO, la de Rolando Figueroa que proviene del MPN.
Una situación más compleja se plantea en Mendoza porque allí JxC es oficialista. Pero en los últimos tiempos el PRO, liderado por Omar de Marchi que aspira a ser gobernador, se queja de la poca participación que tienen en la gestión del radical Rodolfo Suárez.
Por su parte, los radicales se quejan de las críticas del PRO que a su juicio "parece un partido opositor".
Salta también integra la lista de provincias en las que JxC no tendría asegurada su unidad para las elecciones locales.
En Chubut, donde tampoco hay primarias, la UCR y el PRO irían con distintos candidatos.
Una provincia clave es Córdoba porque su perfil claramente opositor al Gobierno Nacional y por tener el segundo padrón más grande del país. Aún no está definida la fecha de las elecciones de las autoridades provinciales, pero no coincidirán con las nacionales, porque precisamente Córdoba ha sido la precursora del desdoblamiento muchos años atrás.
- JxC se mantendría unido en la provincia, pero con muchas tensiones internas. La primera de ella se origina en el debate sobre la manera en la que se determinará el candidato a gobernador. Hay allí dos precandidatos: Luis Juez y Rodrigo de Loredo, que aunque pertenecen a distintos partidos tienen un discurso en línea con el de los halcones, a tono con una provincia refractaria del kirchnerismo.
Mientras tanto el peronismo local cuenta con la ventaja de tener definidos a sus candidato a gobernador, a intendente de la Capital y a Juan Schiaretti en un eventual armado nacional.
En este contexto puede ocurrir que JxC gane las elecciones nacionales, pero que las divisiones internas lo lleven a perder provincias en las que podría ser competitivo. La pelea entre halcones y palomas, la indefinición de Mauricio Macri y la duda de los radicales sobre la conveniencia de las fórmulas no ayudan a definir una estrategia.
Si no se registrar un mejor desempeño de la economía, al Frente de Todos le costará retener el gobierno, pero si los indicadores muestran algún avance, puede ganar competitividad, y en ese caso la oposición deberá dar una respuesta más ordenada de la que está ofreciendo en este momento.
