Más allá de los rasgos locales, se pueden extraer algunas conclusiones de alcance nacional respecto a las elecciones celebradas este fin de semana en La Pampa, Tierra del Fuego y Salta.
¿Qué muestran las elecciones provinciales?
En Argentina conviven 24 sistemas políticos locales con sus respectivos alineamientos y reglas electorales. Este año ese fenómeno se expresa en un aumento de los desdoblamientos que hasta podrían incluir, por primera vez, a la provincia de Buenos Aires.
Dados esos rasgos, antes de que comience el actual ciclo electoral en las provincias, se sostenía que no podrían extraerse conclusiones para anticipar las preferencias nacionales. Eso quedó en evidencia en las elecciones realizadas hasta ahora porque la mayoría de los ganadores intentaron mostrar una relativa distancia de las grandes coaliciones nacionales y concentrarse en los temas locales.
De todas maneras, en lo que hace al funcionamiento del sistema político, sí se pueden sacar algunas conclusiones.
1) Ganaron los que gobiernan en todas partes con excepción de Neuquén. Este domingo, los tres gobernadores que buscaban su reelección la obtuvieron. Eso ratifica que hay factores estructurales, como agendas de gobierno más acotadas y consensuadas, que hacen que las gestiones locales sean bien evaluadas.
2) El nivel de participación fue apenas inferior a la de hace cuatro años y se ubicó, en promedio, apenas por debajo del 70%. Pese a las preocupaciones que había en ese sentido, se está muy lejos de vivir un clima del estilo "que se vayan todos" de 2001. En las elecciones legislativas de aquel año hubo 4.500.000 votos entre blancos y anulados. El domingo pasado, sólo en Tierra del Fuego el voto en blanco fue significativo.
3) El evidente malhumor social está concentrado en la situación económica de la que se responsabiliza al gobierno nacional, no los provinciales.
4) Los resultados y las proyecciones para las próximas elecciones anticipan las características que tendrá el sistema institucional a partir de diciembre. Cabe esperar que el peronismo gobierne entre 10 y 12 provincias, Juntos por el Cambio entre 5 y 7 y las fuerzas provinciales entre 5 y 6. Se tratará de un mapa multicolor que obligará a la búsqueda de acuerdos. La política se ha hecho crecientemente territorial y los gobernadores son decisivos para determinar el comportamiento de los legisladores nacionales de su espacio.
5) No se percibe en plano local una demanda por outsiders o figuras disruptivas. Los que compiten son todas personas con recorrido en la política
