El comienzo del juicio oral y público contra Cristina Kirchner por el caso Vialidad, en el que se la acusa de direccionar hacia Lázaro Báez obras públicas con sobreprecios, estuvo lejos de ser calmo, si bien en la sala no hubo momentos tensos. Pero, antes, la expresidenta dijo que el proceso en su contra era una persecución y el Gobierno salió a responderle en duros términos.
Cristina activó temprano su cuenta de Twitter para descargar munición gruesa. “En unas horas comenzará en Comodoro Py un juicio oral al que jamás debí haber sido citada. Se trata de un nuevo acto de persecución con un único objetivo: colocar a una expresidenta opositora a este gobierno en el banquillo de los acusados en plena campaña presidencial”, escribió antes de dirigirse a los tribunales para la primera audiencia.
Para Cristina, el juicio en su contra es “un nuevo acto de persecución” para llevarla al banquillo en plena campaña.
Entre otros mensajes, publicó uno en el que criticó ?sin nombrarlo, aunque en una alusión obvia? al fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la causa de los cuadernos, en la que es la principal acusada. “Una vez más y como siempre lo he hecho, volveré a ir. Si? pese a todo, volveré a ir. No como otros, que desde Comodoro Py acusan y piden detenciones a mansalva y cuando los pescan in fraganti no respetan las citaciones judiciales porque dicen que no tienen garantías”.
La exmandataria fue también contra la acusación. Dijo que “se trata de licitaciones de obras públicas viales realizadas por un órgano provincial que depende del Ministerio de Economía y de la gobernación de la provincia” y sostuvo: “Jamás tomé intervención alguna en los expedientes administrativos que se realizaron por cada una de estas obras. Entre la Presidencia de la Nación y las obras denunciadas existen doce instancias administrativas de carácter nacional y provincial”. Tras los explosivos mensajes de Cristina, se plegaron a sus argumentos, entre otros, Oscar Parrilli, y Gabriela Cerruti, quienes más tarde la acompañaron a Comodoro Py. También se sumó Gregorio Dalbón, parte del equipo de abogados que defiende a la precandidata a vicepresidenta en distintas causas.
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Los dichos de Cristina generaron la reacción del Gobierno. De paso por Bahía Blanca, el ministro de Justicia, Germán Garavano, subrayó: “Yo no creo que se trate de una persecución política. Este es un proceso que llevó tiempo, que fue llevado adelante por jueces designados por gobiernos anteriores, incluso el mismo gobierno de la expresidenta y del presidente (Néstor) Kirchner”. Y remarcó que “el juicio oral es el acto de Justicia de nuestro sistema”, que “llegar a juicio oral no implica culpabilidad”, sino que “es lo que debería suceder naturalmente con la mayoría de los casos”.
El proceso lo realizaron “jueces designados por gobiernos anteriores, incluso el de la expresidenta”, dijo Garavano.
La titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, criticó a la expresidenta. “Está probado en este y otros expedientes que el manejo de la obra pública fue una de las cajas recaudadoras de los Kirchner”, sostuvo Alonso a la Agencia Télam. “Cuando Néstor murió, Cristina se informó y dio expresas instrucciones de continuar con los mismos manejos corruptos para seguir robando dineros públicos a través de Lázaro Báez, el testaferro de los Kirchner”, agregó. “Ella sabía, conocía y dirigió durante ocho años la línea Báez del robo a todos los argentinos”, concluyó Alonso. La OA es una de las partes querellantes en la causa Vialidad.
La que también le contestó a Cristina fue la diputada de la Coalición Cívica, Paula Oliveto, contra la que la exmandataria apuntó en uno de sus mensajes en Twitter porque una declaración de ella está incorporada al expediente Vialidad. En declaraciones a Radio Continental, Oliveto le pidió a Cristina “que se tranquilice y no agreda”.
