En 2023, la provincia de Buenos Aires elegirá gobernador. Y los resultados de ayer ratificaron los nombres de algunos de los anotados para esa carrera. Por el lado del oficialismo, parecen haber pocas dudas de que Axel Kicillof buscará su reelección alentado por el recorte de la diferencia entre las primarias y las generales. El desembarco de los intendentes en el gobierno provincial a través de Martín Insaurralde y Leonardo Nardini rindió sus frutos en términos electorales, porque su mayor involucramiento en la campaña, a diferencia de su actividad en las primarias, explicó la mejora de entre 3 y 5 puntos para el Frente de Todos en casi todos los distritos del conurbano. Por lo tanto, ese esquema de funcionamiento no se alterará en los próximos dos años y difícilmente aparezcan los intendentes desafiando a un gobierno del que forman parte. Además, una vez más, el resultado de Buenos Aires desbordó los límites de la provincia y el achicamiento de la diferencia fue casi el único motivo de festejo que tuvo el Gobierno el domingo y mejoró el clima dentro del oficialismo que no descartaba un resultado peor.
En términos internos, el resultado fue positivo para Cristina Kirchner porque su propuesta de incorporar a los intendentes al gobierno provincial resultó clave para mejor el desempeño en el conurbano bonaerense que es su principal base de sustentación electoral.
Por el lado de la oposición, el panorama en materia de candidaturas bonaerenses es un poco más complejo. Un triunfo más holgado de Juntos, hubiera virtualmente consagrado Diego Santilli como candidato a gobernador. Pero el resultado ajustado, luego de una campaña que aportó poco, coloca a Santilli como el principal postulante del arco opositor, pero no necesariamente es un número puesto. Su desembarco en la provincia fue impulsado por Horacio Rodríguez Larreta que considera que un candidato presidencial competitivo, como él aspira a serlo en 2023, necesita contar con un candidato a gobernador competitivo en Buenos Aires y entiende que Santilli tiene todas las condiciones para serlo. Su experiencia de gobierno y capacidad de gestión son reconocidas, pero deberá lograr un mayor arraigo político en la provincia en los próximos dos años. Otros integrantes del PRO, como los intendentes Jorge Macri y Diego Valenzuela también podrían aspirar a la nominación. A su vez, el radicalismo no tiene ninguna figura con el respaldo suficiente para entrar en esa conversación, porque Facundo Manes aspira a competir por la Presidencia.
En el larretismo hay mucha satisfacción por el resultado del enroque entre Santilli y María Eugenia Vidal, dos figuras políticas asociadas al jefe de Gobierno, porque eso demostraría, que además de capacidad de gestión, tiene aptitud para los armados electorales.
