La situación en Chile sigue siendo dramática. Desde el Gobierno de Sebastián Piñera confirmaron 11 muertos, más de 30 heridos y 800 detenidos. Las víctimas fallecieron calcinadas durante los brutales saqueos en supermercados, que se replicaron con furia en todo el país durante tres días de extrema violencia.
Además, el Ministerio de Salud informó de que al menos 10 de los más de 200 heridos se encuentran hospitalizados con riesgo de vida.
Se destinaron para contrarrestar las protestas más de 9.000 policías y militares movilizados en distintas ciudades pero hasta ahora resultó insuficiente para controlar el nivel de caos desatado que en un principio fue como reacción a la suba de $30 (3,7%) del boleto del subte que luego fue frenado desató protestas y actos de vandalismo.
Hoy (en estos momentos) se repitieron nuevos actos violentos, con graves enfrentamientos con el Ejército y las fuerzas de seguridad, multitud de personas en las calles de Santiago y Valparaíso, saqueos, incendios y robos, en una ola de violencia que mantiene a buena parte de Chile en estado de alerta y con toque de queda aún en varias regiones que prohíbe la circulación de personas entre las 19 y las 6 de la mañana.
Miles de personas llenaron las calles céntricas de la capital chilena con cacerolas al grito de "Que se vayan los milicos". También exigen la renuncia del presidente Piñera.
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Ayer Sebastián Piñera sorprendió con una conferencia de prensa junto a militares hablando de guerra y de un enemigo poderoso. “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie, y que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite, incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas”, dijo anoche el mandatario.
Piñera sostuvo que “el único propósito” de ese enemigo es el de “producir el mayor daño posible” y agregó: “Ellos están en guerra contra todos los chilenos que quieren vivir en democracia”.
“Hay que tomar partido y llamo a toda las fuerzas políticas a condenar con total fortaleza esta delincuencia; hay algunos que lo han hecho en un espacio de ambigüedad, ellos no están contribuyendo a la paz de nuestros compatriotas”, indicó con el alto mando militar a su lado.
“Les pido a todos mis compatriotas que nos unamos en esta batalla que no podemos perder, que nos ayudemos a que todos los demás tengamos mañana (por hoy) un día lo más normal posible y que logremos por fin empezar a ganar esta batalla. No vamos a permitir que los delincuentes se sientan dueños de este país”, advirtió Piñera.
Pese al pedido del presidente, el lunes no fue un día normal sino todo lo contrario. La destrucción casi total de la red de subtes sumado a los múltiples destrozos en los comercios, escombros en las calles y más de 100 semáforos apagados, obligó a que sea un día casi feriado en Santiago donde muchas empresas pidieron a sus empleados no movilizarse para ir a trabajar.
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Cientos de pasajeros varados en el aeropuerto de Santiago
Cientos de pasajeros quedaron anoche y esta madrugada varados en el aeropuerto de Santiago tras la cancelación de sus vuelos debido al toque de queda.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), junto a la aerolínea Latam y la colaboración de empresas de alimentos dispusieron un autobús del transporte urbano cargado de materiales para entregar de manera gratuita a las personas varadas en Santiago.
Latam, la principal aerolínea que opera en Santiago, canceló todos sus vuelos programados para la madrugada, informó la empresa en su página web. Y hoy anunciaron que siguen las complicaciones.
