Un Parque Industrial (PI) es un espacio territorial habitualmente cerrado, dotado de las infraestructuras necesarias, donde se optimiza el uso de redes de servicios públicos con la finalidad de alcanzar un mejor funcionamiento de las empresas y con capacidad de crear condiciones para su desenvolvimiento. Asimismo, son fundamentales para el ordenamiento territorial, siendo parte de la planificación urbana y productiva.
Nuestro país cuenta con un total de 389 parques industriales, de los cuales 362 se encuentran registrados en el Registro Nacional de Parques Industriales (RENPI).
El RENPI tiene como objetivo recolectar, monitorear y sistematizar información sobre los PI en el país y las empresas radicadas en ellos. Según ese registro, el 79% de los PI son públicos, el 12% son privados y el 8% son mixtos, dejando en evidencia la importancia del Estado, principalmente de los gobiernos subnacionales en el planeamiento y ordenamiento productivo.
Si analizamos su localización, el 62% se encuentran en la Región Centro y en la provincia de Buenos Aires -35% en PBA, 10% en Santa Fe, 9% en Córdoba y el 8% en Entre Ríos- siguiendo un patrón concomitante con la estructura productiva nacional.
Nuestro país, al ser una República Federal, son las provincias quienes poseen leyes específicas para agrupamientos industriales, procurando estimulan la inversión en sus territorios a través de distintas desgravaciones impositivas.
Asimismo, muchos municipios ofrecen incentivos fiscales para la radicación de empresas, no solo con la finalidad del ordenamiento territorial, sino que también para la promoción de radicaciones industriales en sus jurisdicciones, muchas veces compitiendo con municipios vecinos.
La importancia productiva
Los PI son fundamentales no solo en lo que respecta al ordenamiento territorial y al desarrollo sostenible de las ciudades, sino que cumplen un importante rol en la competitividad empresarial y del tejido productivo.
Una infraestructura adecuada, junto con la posibilidad de economías en red, permiten aprovechar mejor los recursos, aumentar la productividad y reducir costos.
Los parques industriales son espacios ideales para la generación de sinergias empresariales entre las industrias radicadas a partir de esquemas cooperativos y asociativos.
La complementariedad productiva es fundamental y permite la internalización de efectos externos positivos a sus procesos productivos.
Los Parques Industriales y las economías de localización
Los fenómenos de especialización de los parques industriales, son más que interesante a partir de la conformación de economías en red o de localización, donde dentro de un parque se radican empresas de la misma rama industrial y / o similares junto con otras empresas proveedoras de la cadena de valor.
Las economías de localización refieren a una situación en la que empresas de un mismo ramo o relacionado, y su cadena de valor, obtienen un beneficio adicional gracias a la ubicación de su producción cerca una fuente de materias primas.
Otro ejemplo es aquellas que se radican cerca de un puerto o corredor logístico de exportación. Un tercer ejemplo es aquellas que se beneficia de la proximidad a una fuente de mano de obra barata y calificada.
Estos fenómenos permiten mejorar parámetros de eficiencia y eficacia a partir de una mayor cooperación, prácticas asociativas, desarrollo de nichos, producción especializada y colaborativa, compartir costos de producción o beneficiarse de economías de escala al combinar los recursos entre empresas.
También pueden surgir beneficios a partir de la capacidad de adaptación, la innovación, el desarrollo de proveedores, la especialización de la mano de obra, la radicación de centros de investigación y difusión de nuevas prácticas y tecnologías.
Otros beneficios
Reducción de costos operativos por cercanía, como los logísticos y de transporte. Asimismo, en relación a cuestiones ambientales y al desarrollo sostenible, en el interior de los PI se pueden implementar acciones concretas relacionadas con los desperdicios y al cuidado ambiental.
Más precisamente al cuidado de la tierra, afluentes y de calidad del aire de manera conjunta, con menores costos de gestión y amplificando su beneficio.
A modo de ejemplo, un PI puede gestionar de manera conjunta sus residuos sólidos, también puede llevar adelante la construcción de plantas de tratamiento de líquidos industriales.
A su vez, muchos parques industriales cuentan con "amenities", entendiendo a estos como la existencia de centros de servicios comunes de asistencia empresarial como pueden ser salas de reuniones y eventos.
También las condiciones de seguridad pueden ser compartidas, desde el cercado perimetral, monitoreo, hasta la seguridad en los accesos y en el interior de los mismos.
Los agrupamientos industriales son, sin duda, tractores de inversiones, agregan valor a las cadenas productivas locales, hacen a la competitividad de las empresas y generan arraigo territorial.
El Estado ocupa y debe ocupar un rol fundamental en la creación de nuevos parques y en la mejora de los existentes.
Las políticas públicas deben generar los incentivos suficientes para la radicación de empresas en estos espacios, a partir de desgravaciones impositivas, créditos a tasa bonificada para las empresas que se radiquen, en lo que respecta al galpón, bienes de capital, etc. Inversión en infraestructura básica como asfalto, cercado perimetral, tendido de cloacas, alcantarillado, accesos, etc.
Asimismo, el Estado debe fomentar la especialización de los PI considerando los beneficios de las Economías de Localización y en red.
