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Kreimer: “El inversor participa como acreedor del desarrollo”

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01 junio de 2021

Por Ariel Bazán

La tokenización viene creciendo cada vez más en diferentes rubros y uno de ellos es el inmobiliario, donde la desarrolladora Kuántica viene picando en punta. La compañía, conformada por dos argentinos y dos españoles, anunció recientemente el lanzamiento del primer emprendimiento europeo que se financiará en su totalidad por medio de una tokenización por oferta pública en España. Se trata de Onda Serrano, un edificio que se construirá en Málaga. En charla con El Economista, Néstor Kreimer, su CEO, contó cómo funciona esta nueva modalidad de negocios en el rubro inmobiliario.

¿Cómo se aplica el concepto de token al desarrollo inmobiliario?

Primero es necesario aclarar algunos puntos: no hay que confundir el concepto de criptoeconomía con las criptomonedas, ya que en realidad la criptoeconomía es un concepto mucho más abarcativo que habilitó la tecnología blockchain para generar nuevos modelos de negocios. La blockchain viene a refundar los fundamentos del capitalismo porque estamos hablando de la posibilidad de generar encuadres de negocios sin autoridades centrales, sin depender de alguien que te valide o autorice en términos de tranquilidad. Por eso la criptoeconomía es la base de la confianza entre pares pero ahora descansando en la certeza matemática que tiene implícita el concepto de blockchain. Sobre esta base pensamos en hacer la representación digital de un activo de la economía real y en lugar de llamarlo "crowdfunding" lo llamamos "token", entendiendo por esto a la representación digital de la propiedad fraccionada de un activo.

¿Cómo funcionan sus desarrollos con esta modalidad?

Por ejemplo en el caso del proyecto Onda Serrano, hacemos que la gente suscriba tokens y al final del día tiene en su billetera un token representativo de su participación en el capital accionarial de la compañía. En este emprendimiento, el inversor participa como acreedor del desarrollo para cobrar un rendimiento a una tasa fija del 10,5% anual en euros o variable, que sería el interés implícito en el aumento de precios del m2 entre valor del pozo y el terminado. Se puede entrar desde 500 euros y existe la tranquilidad de que en España habrá un usuario final que va a poder pagar el precio full de la unidad cuando esté terminada, de donde saldrá el reflujo para pagarle al inversor su deuda respaldada en ladrillos.

¿Se registra la tokenización como oferta pública?

Este es el primer desarrollo inmobiliario que se tokeniza para financiar su producción y la tokenización es por oferta pública. Al ser hecha por una empresa, se lo registra en la Comisión Nacional de Valores de España porque se está captando ahorro público. Es un título de deuda, no una venta en pozo: el comprador no adquiere un pedacito de un inmueble, sino una deuda respaldada en ladrillos.

¿El inversor tiene la opción de comprar alguna de las unidades?

Estos son títulos de deuda, es decir que el inversor es acreedor del emprendimiento pero no compra un departamento. Sin embargo, nueve meses antes que termine el edificio, se le pregunta a los inversores si quieren participar de una sociedad -a constituirse en España- que quede dueña de las unidades para destinarlas luego a alquiler. Si aceptan, se les canjea el token de deuda por un equity token (token de acciones) para que se queden con los dividendos que ingresarán mensualmente por alquileres, proporcionales a la representatividad que tenga cada uno en la sociedad.

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