El complejo de General Deheza es la empresa madre y planta industrial más importante del grupo liderado por la familia Urquía desde los años '40. Es una imagen muy característica la que se observa al cruzar la Ruta Nacional 158, donde las tuberías hacen las veces de puente sobre el trazado del camino para unir ambos lados de las instalaciones pertenecientes a la compañía Aceitera General Deheza.
Ese complejo industrial asentado en una localidad de poco más de 10.000 habitantes es fruto de la visión de una empresa de familia que aún tiene su base de operaciones allí a pesar de haber incrementado varias veces su tamaño en las últimas décadas y generando más de 2.500 puestos de trabajo directos.
Hoy, AGD tiene allí una infraestructura apta para almacenar 120.000 toneladas de maní en caja, y la planta de envasado de aceites cuenta con una capacidad para embotellar 17 millones de litros de aceite por mes. Mientras que la refinería transforma 700.000 litros diarios de aceites crudos en aceites comestibles con destino a los mercados de consumo. En la nueva celda de acopio Ferro 7, una de las mayores instalaciones de América latina, se pueden almacenar 250.000 toneladas de soja o 150.000 toneladas de girasol en sus más de 18.000 m2, según constata la compañía.
El alcance de AGD en la localidad no se limita al nombre y sus instalaciones, también tiene una aduana seca y una estación ferroviaria propia que agiliza y eficientiza todos los procesos productivos. Urquía controla la red del Nuevo Central Argentino (NCA) con alcance nacional y destino final en los puertos de Rosario.
Sin embargo, el clúster manisero no se limita a General Deheza y la presencia de los Urquía. Son más de 20 empresas las empresas, en su inmensa mayoría de corte familiar, las que conforman esta industria en el Sur de Córdoba con un fuerte perfil exportador generando divisas a razón de US$ 1.000 millones al año.
