Desde hace meses, China se enfrenta a una importante crisis de desempleo juvenil que, hace un año, llevó al presidente, Xi Jinping, a decirle a la población que debían "comer amargura".
Sin embargo, ahora, con el desempleo juvenil aún casi tres veces por encima de la tasa general, Xi le pidió al Politburó del Partido Comunista que haga de la provisión de "pleno empleo de alta calidad" una prioridad económica. Y explicó que se debería dar " la máxima prioridad al empleo de graduados universitarios y otros grupos juveniles. Deberíamos desarrollar más empleos que sean propicios para dar pleno juego a sus conocimientos y fortalezas".
La economía de China creció más del 5% en el primer trimestre en comparación con el año anterior.
No obstante, los economistas dicen que la recuperación es irregular, respaldada por la manufactura, las exportaciones y la inversión gubernamental, pero con el consumo de los hogares y la confianza de los inversores aún afectados por una caída en el sector inmobiliario.
En junio de 2023, cuando la Oficina Nacional de Estadísticas dejó de informar las cifras de desempleo juvenil, la tasa de desempleo entre las personas de 16 a 24 años superaba el 21%.
Por ello, en su declaración ante el Politburó, Xi dijo que los líderes necesitan "alentar a los jóvenes a participar en el empleo y el emprendimiento en áreas clave, industrias clave, y las pequeñas y medianas empresas urbanas y rurales de base".
Unos 12 millones de graduados ingresarán a la fuerza laboral de China este año, pero muchos se quejan de que no pueden encontrar un trabajo acorde con sus calificaciones o con salarios lo suficientemente altos como para justificar el gasto de ir a la universidad.
Los líderes deben analizar "las razones de la brecha laboral en algunas industrias, y resolver el problema de 'hay trabajos, pero nadie para hacerlos'", sentenció Xi.
