Mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitaba Israel, el mandatario ruso, Vladimir Putin, se reunió con su par chino Xi Jinping en Pekín.
Al igual que en otras oportunidades, Putin llamó a Xi "querido amigo" y elogió la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), en la cual consideró que Rusia podría desempeñar un papel clave.
"Rusia y China, como la mayoría de los países del mundo, comparten el deseo de una cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa para lograr un progreso económico y un bienestar social universal, sostenible y de largo plazo, respetando al mismo tiempo la diversidad de la civilización y el derecho de cada estado a su propio modelo de desarrollo", afirmó Putin.
Además, dijo que la BRI encajaba con Rusia, puesto que, según él, estaba desarrollando una serie de infraestructuras de transporte para cruzar el país más grande del mundo, en particular desde la Ruta del Mar del Norte, que va desde Murmansk, cerca de la frontera de Rusia con Noruega, hacia el este, hasta el estrecho de Bering, cerca de Alaska.
"En cuanto a la Ruta del Mar del Norte, Rusia no sólo ofrece a sus socios utilizar activamente su potencial de tránsito, diré más: invitamos a los estados interesados a participar directamente en su desarrollo y estamos listos para garantizar una navegación y comunicaciones confiables para romper el hielo. y el suministro", agregó.
"A partir del próximo año, la navegación de los buques de carga de clase de hielo a lo largo de toda la Ruta del Mar del Norte se realizará durante todo el año", sentenció Putin, quien se retiró de la reunión acompañado por oficiales que llevaban el llamado "maletín nuclear", que puede usarse para ordenar un ataque en cualquier momento.
