La actividad económica en China se desaceleró en noviembre. La debilidad se reflejó en el mercado inmobiliario con una caída de las ventas, de las nuevas construcciones y de los precios de las propiedades.
La inversión en activos fijos creció 5,2% entre enero y noviembre mientras que en los primeros diez meses del año lo había hecho al 6,1%. La desaceleración del sector de la construcción en China impacta en la demanda de las commodities que necesita la actividad.
A su vez, las ventas minoristas subieron 3,9% en noviembre, un retroceso frente al aumento de 4,9% registrado en octubre en un contexto de nuevas restricciones a las que obligó un rebrote del Covid en algunas regiones del país.
En el caso del mercado de trabajo el deterioro fue muy leve con el desempleo urbano subiendo de 4,9% a 5% en términos intermensuales.
El único dato que mostró una mejora fue el de la producción industrial que creció el 3,8% anual en noviembre, superando el 3,5% anotado en octubre que refleja una mejora en el suministro de energía que había complicada la actividad en los últimos meses.
A diferencia de lo que está ocurriendo en otros países, las autoridades de China pondrán en marcha medidas monetarias y fiscales expansivas para dinamizar en particular al sector inmobiliario. El objetivo es que el crecimiento del PIB supere el 5% en 2022 luego del 8% o más con el que cerraría 2021.
Los mercados no tuvieron grandes variaciones luego de conocerse estos datos porque estuvieron en lía con lo que se esperaba.
