S&P Global recortó su pronóstico para el crecimiento económico de China este año hasta el 5,2%, por debajo de una estimación anterior del 5,5%.
Esta fue la primera vez que una agencia global de calificación crediticia redujo el pronóstico de China en 2023, pero sigue las predicciones más bajas de los principales bancos de inversión.
"El principal riesgo de crecimiento a la baja de China es que su recuperación pierda más fuerza en medio de la débil confianza entre los consumidores y en el mercado inmobiliario", explicaron desde S&P.
La segunda economía más grande del mundo se ha desacelerado en los últimos meses después de que el año pasado sus autoridades levantaran las restricciones sanitarias contra el coronavirus.
Así, en mayo la inversión inmobiliaria se desplomó aún más, la producción industrial y el crecimiento de las ventas minoristas no alcanzaron las previsiones y el desempleo juvenil alcanzó un récord del 20,8%.
En general, las previsiones de crecimiento del PIB del Gigante Asiático para este año oscilan entre el 4,4% y el 6,2%.
S&P informó que las posibles medidas para impulsar la economía podrían incluir "relajar las restricciones a la compra de viviendas y los requisitos de pago inicial de las hipotecas, expandir el crédito y el financiamiento de infraestructura y, tal vez, el apoyo fiscal al consumo".
