Este lunes, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, renunció a su cargo tras lo que fue un turbulento paso por el gobierno.
Borne, de 62 años, fue nombrada en mayo de 2022 y era apenas la segunda mujer en ocupar el cargo.
Sin embargo, debió lidiar con duras negociaciones en el Parlamento como consecuencia de que el presidente, Emmanuel Macron, había perdido su mayoría ese mismo año.
En este sentido, aunque el gobierno logró aprobar algunas leyes, debió recurrir el año pasado a poderes especiales para aprobar, por ejemplo, un cuestionado aumento de la edad de jubilación a 64 años.
Justamente, tras esa decisión, Borne pasó a ser conocida como "Madame 49.3" por invocar dichos poderes especiales establecidos en el artículo 49.3 de la Constitución francesa unas 23 veces para aprobar proyectos de ley.
Después de la renuncia, Macron se despidió de Borne y le agradeció porque "su labor al servicio de nuestra Nación ha sido ejemplar cada día. Implementasteis nuestro proyecto con la valentía, el compromiso y la determinación de las mujeres de Estado. De todo corazón, gracias".
De todas formas, Macron no ha nombrado de inmediato a un sucesor, por lo que Borne actuará como encargada junto con el resto del gobierno hasta que se forme un nuevo gabinete.
Por su parte, la propia Borne dijo que ella y Macron acordaron en su última reunión que "era más necesario que nunca seguir adelante con las reformas".
Debido a esto, se espera que la reestructuración no conduzca a un cambio de rumbo político, sino que indicaría un deseo de ir más allá de las reformas de pensiones e inmigración y centrarse en nuevas prioridades, incluido alcanzar el pleno empleo.
Además, buscaría relanzar el gobierno de Macron a medida que se acercan las elecciones al Parlamento Europeo, que están programadas para junio, y en las que, según los sondeos, el partido de Macron terminaría por detrás del de la líder de extrema derecha Marine Le Pen.
Entre los posibles candidatos para reemplazar a Borne se encuentran el ministro de Educación, Gabriel Attal, de 34 años, y el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, de 37.
El exministro de Agricultura, Julien Denormandie; el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire; y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, también han sido mencionados por fuentes políticas como posibles opciones para el puesto.
