Ante el avance de la nueva variante Omicron del coronavirus, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, intentó avanzar con algunas restricciones, aunque no tuvo las cosas fáciles en el Parlamento.
Pese a tener la mayoría en la Cámara de los Comunes, una rebelión interna entre los conservadores obligó a Johnson a recurrir a la oposición laborista para aprobar el uso de un certificado contra el coronavirus para ciertas actividades como el ingreso a discotecas y eventos multitudinarios.
En total, 99 conservadores se opusieron a la norma que establece la obligatoriedad de mostrar un certificado de vacunación o un test de Covid negativo para acceder a diversos espacios públicos.
Sin embargo, la misma fue aprobada por 369 votos a favor y 126 en contra. Además, en una votación previa, se aprobó la reimposición de mascarillas en la mayoría de espacios públicos interiores por 441 votos a favor y 41 en contra (38 conservadores).
- Ayer, el Reino Unido informó 59.610 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta desde principios de enero y la quinta más alta desde el inicio de la pandemia. Respecto a la nueva cepa, ya se han contabilizado más de 5.300 casos, con 10 personas hospitalizadas.
- Sin embargo, una de las buenas noticias para Johnson es que el 69% de la población británica ya tiene la pauta de vacunación completa, lo que permitirá reducir la cantidad de muertes.
Más allá de todo, Johnson está en un mal momento político y hay enojo con su gestión. En las redes sociales, el hashtag #BorisMustGo tiene cada vez más peso.
Días atrás, se supo que Johnson participó personalmente en Downing Street en una fiesta de preguntas y respuestas ("quiz party") en la Navidad del 2020, cuando Londres se encontraba en el "Nivel 2" de restricciones, que prohibía expresamente la celebración de fiestas y la mezcla de personas de hogares distintos en recintos cerrados.
