El 2 de octubre de 2022 habrá elecciones presidenciales en Brasil y todo hace indicar que el exmandatario Lula da Silva será el principal opositor del presidente Jair Bolsonaro. Así lo confirmó el líder del Partido de los Trabajadores que, tras una exitosa gira europea por Alemania, Bélgica, Francia y España, también comenzó a ganar apoyo internacional.
En una entrevista con diario El País, de España, Lula recordó que, cuando dejó el poder, “Brasil estaba en una situación de crecimiento económico y de respetabilidad. Hoy está en quiebra. Tenemos más desempleo e inflación. Y el hambre que había acabado en Brasil en 2014 volvió con mucha fuerza. Brasil era un protagonista internacional. Y todo se desmanteló”.
“No puedo admitir que el mundo produzca más alimentos de los que la humanidad puede comer y que tengamos 800 millones de personas con hambre en el mundo. Ni que, en Brasil, que es el tercer productor de alimentos del mundo, la gente esté pasando hambre”, agregó.
Lula, de 76 años, recuperó sus derechos políticos este año, tras pasar 580 días en prisión, luego de que la Corte Suprema de Brasil anulara las dos condenas en su contra por corrupción.
La mayoría de las encuestadoras predicen que, en el caso de postularse, Lula es el principal favorito para imponerse en los comicios de 2022. Sin embargo, el expresidente explicó que lo definirá entre febrero y marzo, ya que “no depende de una voluntad personal, no depende de mí (?) tengo que hacer una alianza, porque lo importante no es solamente ganar las elecciones, es poder gobernar”.
Según una encuesta de Genial/Quaest, Lula tendría una intención de voto del 48%, seguido por Bolsonaro con el 21%. Y, aunque esto no le permitiría triunfar en primera vuelta, se impondría sin ningún tipo de problema en el balotaje.
“Si vuelvo a la presidencia, no puedo hacer menos de lo que hice. Por eso tengo miedo. No puedo volver para hacer cualquier cosa, sino para que Brasil pueda recuperarse. No puedo fracasar. Tengo que volver para recuperar el prestigio internacional de Brasil y que el pueblo pueda comer tres veces al día”, sentenció Lula.
