Esta semana, entre el 11 y 15 de abril, Lula da Silva, presidente de Brasil, realizará su tan ansiado viaje a China. Será su cuarto viaje internacional desde que llegó al poder, tras visitar Argentina, Uruguay y Estados Unidos.
El líder del PT, que iba a viajar al gigante asiático hace un par de semana, tuvo que suspender ese primer viaje porque contrajo neumonía. Esta será la tercera visita de Lula a China, luego de las que realizó en 2004 y 2009 durante sus anteriores mandatos.
Específicamente, Lula estará dos días de visita oficial en China: el jueves 13 estará en Shanghái y el viernes 14 en Pekín. Durante su estadía, firmará unos 20 acuerdos y se reunirá con su homólogo chino Xi Jinping.
Entre sus objetivos, Lula buscará que estos acuerdos permitan el salto tecnológico para la reindustrialización del país, la reducción del dólar en el comercio bilateral y el reposicionamiento internacional de Brasil.
Además, presentará a la exmandataria Dilma Rousseff para liderar el banco de los BRICS, el New Development Bank, lo que refuerza la posición de Brasil a nivel mundial.
Lula también buscará formar, junto con China, un grupo de paz que medie entre Rusia y Ucrania. Antes de regresar a Brasil, viajará el sábado 15 de abril a Emiratos Árabes Unidos para una visita de un día.
Actualmente, y desde 2009, China es el principal socio comercial de Brasil: en 2022, el comercio bidireccional alcanzó los US$ 172.000 millones.
Aproximadamente, más del 30% de las exportaciones brasileñas van hacia el gigante asiático, mientras que más del 22% de sus importaciones provienen de allí.
