Aunque sigue sin oficializar su candidatura, Lula da Silva da pequeños, pero contundentes, pasos de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
El líder del PT designó al centrista Geraldo Alckmin, su ex rival político, como candidato a la vicepresidencia en el marco de una alianza entre su partido y el Partido Socialista Brasileño.
“Necesitamos de la experiencia de Alckmin y de mi experiencia para arreglar Brasil (…) Dos fuerzas que tienen proyectos diferentes, y que tienen iguales principios, pueden juntarse en un momento en que el pueblo lo necesita”, dijo Lula.
“Hoy tenemos una política de odio, en la que el adversario es enemigo, y no es para vencer, sino para abatir”, agregó en referencia al gobierno de Jair Bolsonaro.
Justamente, la mayoría de los sondeos vaticina una elección presidencial polarizada entre Lula y Bolsonaro, en el que ambos acapararían el 75% de los votos, aunque es Lula quien mantiene una importante ventaja a su favor.
Oficialmente, el plazo para registrar las candidaturas no empieza hasta el 20 de julio, por lo que todavía habrá que seguir esperando para la confirmación del tan ansiado “Bolsonaro vs. Lula”.
Alckmin, cofundador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Fernando Henrique Cardoso, enfrentó a Lula en las elecciones de 2006 y perdió por un amplio margen en segunda vuelta. Por ello, hoy, quien fuera gobernador de San Pablo en dos períodos (2001-2006 y 2011-2014) es la apuesta de Lula para ampliar su base electoral.
