Situaciones extremas demandan medidas extremas: ante la ola de violencia que azota a Ecuador, su presidente, Guillermo Lasso, no solo ha decretado un nuevo estado de excepción, sino que además autorizó el porte y uso de armas por parte de los civiles.
Específicamente, el gobierno de Lasso decretó el estado de excepción durante 60 días en la zona 8, que comprende la ciudad de Guayaquil, Durán, Samborondón y las provincias de Santa Elena y Los Ríos.
La iniciativa incluye el toque de queda entre la 1:00 y las 5:00 de la madrugada y se aplicará en una zona 8 que, en lo que va del año, acumula 434 muertes, más de la tercera parte de los 1.151 asesinatos reportados en todo el país.
Sin embargo, la medida más polémica del mandatario, que enfrenta un proceso de juicio político por acusaciones de malversación de fondos, es la de permitir que los civiles porten y usen armas.
"Tenemos un enemigo común: la delincuencia menor, el narcotráfico y el crimen organizado (...) Hemos modificado el decreto que permite la tenencia y portación de armas de fuego. Es decir, en términos generales, se autoriza la tenencia y portación de armas de fuego para uso civil en defensa personal, de conformidad con los requisitos de la ley y los reglamentos", explicó el mandatario.
Además, Lasso anunció que los civiles también podrán llevar y usar cargas de gas pimienta.
En Ecuador, la tasa nacional de homicidios se ha duplicado en un solo año, entre 2021 y 2022, al sumar ya 25 por cada 100.000 habitantes. En paralelo, los decomisos de cocaína también han crecido, más de 400 toneladas en dos años.
