Beijing emitió una severa advertencia a los líderes mundiales que planean hablar sobre las protestas masivas de Hong Kong durante la cumbre del G20 de esta semana: No lo hagas.
“Hong Kong es la región administrativa y financiera más especial de China. Los asuntos de Hong Kong son puramente un asunto interno de China. Ningún país extranjero tiene derecho a interferir ”, dijo el lunes a la prensa el asistente del ministro de relaciones exteriores, Zhang Jun.
Zhang estaba respondiendo a una pregunta sobre si el presidente chino, Xi Jinping, estaría dispuesto a discutir sobre las protestas de Hong Kong con el presidente estadounidense, Donald Trump, durante su reunión en Osaka, Japón.
Del otro lado, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, indicó que Trump podría plantear el tema .
"No importa en qué lugar o con qué método, no permitiremos que ningún país o persona interfiera en los asuntos internos de China", agregó Zhang.
La advertencia de Zhang se produce después de que el ministro de Relaciones Exteriores chino parecía culpar a las "algunas fuerzas occidentales" por las protestas masivas en Hong Kong.
"Han creado problemas, generaron una oposición y están tratando de sabotear la estabilidad de Hong Kong y dañar la implementación de un país, dos sistemas", dijo Wang Yi en una conferencia de prensa la semana pasada.
Los únicos comentarios oficiales de Beijing sobre las protestas fueron de apoyo al gobierno de Hong Kong. Pero puertas adentro, trató por todos los medios de eliminar cualquier mención de las protestas de los medios de comunicación e Internet.
Después de las protestas, una directiva emitida por el gobierno a las directivos de medios de comunicación exigía un apagón virtual de las protestas : "Todos los sitios web: encontrar y eliminar contenido de video relacionado con las protestas contra la extradición de Hong Kong", decía la directiva que se mantiene actualmente.
Las protestas continuaron en Hong Kong este lunes mientras los activistas buscan que el gobierno deseche completamente la propuesta de ley de extradición, que según los críticos podría permitir que Pekín exija a los ciudadanos de Hong Kong que los entreguen a las autoridades chinas.
Después de que millones de manifestantes tomaron las calles, el gobierno se disculpó y pospuso el proyecto de ley indefinidamente. Pero ahora los activistas quieren que el proyecto de ley sea retirado por completo, y exigen que los arrestados durante las protestas sean liberados.
Sin embargo, se planean más protestas a gran escala para toda la semana en vísperas del G20.
