Cuando el mundo entero atraviesa un conflictivo contexto, la consultora Eurasia Group advirtió que "la política en América Latina seguirá siendo tensa y afectará la confianza de los inversores", además de que "el elevado descontento de los votantes será generalizado y no habrá una salida fácil".
En los últimos años, tras el estallido de la pandemia del coronavirus, la situación económica ha desmejorado en todos los países, pero, principalmente, en las regiones subdesarrolladas como América Latina.
En paralelo, desde Eurasia Group consideran que allí "el descontento ha sido alto durante años, impulsado por un crecimiento económico decepcionante, una inflación vertiginosa, la mala prestación de servicios públicos, la desigualdad, la corrupción y una serie de otros problemas que las administraciones con problemas fiscales no pueden abordar".
Por ello, la consultora vaticina que la insatisfacción de la gente con sus líderes y gobiernos seguirá siendo un factor clave de la dinámica política en 2024 y es probable que los oficialismos continúen sufriendo derrotas electorales.
Además, para Eurasia esto significará que "la mayoría de los presidentes seguirán sufriendo índices de aprobación deprimidos y no podrán lograr mucho". Pero, para sorpresa de muchos, también estima que "esto podría ser constructivo si impide que avancen propuestas más radicales".
"En los últimos dos años, la región giró decisivamente hacia la izquierda, una tendencia que representó un deseo de cambio más que un realineamiento ideológico social. Mientras esto ocurría, Eurasia Group insistió en que la debilidad política combinada con severas restricciones fiscales sería una fuerza moderadora notable en términos de política", agregó la consultora.
La tendencia a la moderación continuará
Para Eurasia, el año que viene la tendencia a la moderación continuará en casi toda la región.
Por ejemplo, en el caso de Brasil, las presiones que pesan sobre los índices de aprobación de Lula da Silva aumentarán la tensión sobre su nuevo marco fiscal y una vez más crecerán los riesgos en torno a la política monetaria.
Además, también aumentarán los límites impuestos a la administración por el Congreso en medio del esperado debilitamiento de Lula.
Por otra parte, para Eurasia, en Chile, tras el rechazo a una nueva Constitución, la ambiciosa agenda de reformas del presidente Gabriel Boric está prácticamente muerta y la derecha parece lista para llegar al poder luego del mandato del líder de izquierda.
En este sentido, otro de los líderes de izquierda que seguirá debilitándose será el colombiano Gustavo Petro y, aunque algunas partes de su agenda de reformas avancen, en su mayoría quedarán diluidas.
Por otra parte, en el caso de Argentina, Eurasia considera que Javier Milei, al igual que sus homólogos de izquierda, gobernará en una posición de debilidad institucional, enfrentando importantes desafíos económicos. Debido a esto, para Milei "implementar las reformas y ajustes necesarios será difícil, lo que debería ser una señal de advertencia para otras administraciones reformistas que asuman el poder".
Más allá del caso argentino, Eurasia cree que la inflación estará relativamente controlada en la región: "las autoridades monetarias de muchos países aumentaron rápidamente las tasas de interés y lograron contener las expectativas inflacionarias, y la presión política sobre ellas para actuar fue limitada. Ahora, a medida que los precios bajen, los riesgos de una política monetaria politizada disminuirán aún más (con la excepción parcial de Brasil), y los bancos saldrán de este ciclo con mayor credibilidad".
Otras preocupaciones
Más allá de la cuestión económica, Eurasia advierte que la delincuencia y la seguridad tienen cada vez más peso en la agenda de los ciudadanos, por lo que la falta de resoluciones en la materia incrementará el descontento de los votantes y las debilidades de los gobernantes.
Por otra parte, los gobiernos de la región deberán prestarles atención a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre de 2024.
Para Eurasia, "las repercusiones políticas de una victoria de Donald Trump serían más débiles aquí que en otras regiones. Si bien Trump adoptaría una línea mucho más dura en materia de inmigración que Biden, lo más probable es que las relaciones entre Estados Unidos y México se manejen de manera similar a como lo hizo durante el primer mandato de Trump".
Pero "Brasil enfrentaría un revés mayor con una victoria de Trump, ya que está cooperando con la administración Biden en política ambiental. Sin embargo, en general América Latina no será una prioridad para el próximo presidente de Estados Unidos", explicó la consultora.
