Tras el lanzamiento de Threads, una de las grandes cuestiones es cómo hará Twitter para continuar compitiendo con Meta, plataforma que agrupa a unos 2000 millones de usuarios.
Sin embargo, por el momento, las preocupaciones de Elon Musk son otras: este fin de semana, el CEO reveló que Twitter tiene un flujo de efectivo negativo como consecuencia de una caída del 50% en los ingresos por publicidad y una "gran carga de deuda".
Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, compró el año pasado Twitter por US$ 44.000 millones y, desde ese momento, ha implementado diversas reformas para hacer que la compañía sea más eficiente.
Sin embargo, parece que por ahora la estrategia no le ha dado resultado y él mismo comentó que necesita "alcanzar un flujo de efectivo positivo antes de tener el lujo de cualquier otra cosa".
Sus comentarios no dejan de llamar la atención si se tiene en cuenta que en abril el magnate dijo que la plataforma ahora está "más o menos en el punto de equilibrio" y que la mayoría de sus anunciantes habían regresado.
Según los expertos, muchos anunciantes han abandonado Twitter desde que fue comprado por Musk porque estaban preocupados por la moderación del contenido, los despidos masivos y la incertidumbre general sobre el futuro de Twitter.
De acuerdo con el New York Times, entre el 1 de abril y hasta la primera semana de mayo, los ingresos publicitarios se redujeron un 59% en comparación al mismo período del año anterior.
Solo el 43% de los principales 1.000 anunciantes de Twitter a partir de septiembre, el mes anterior a la adquisición de Musk, todavía publicitaban en la plataforma en abril.
Y, como si el panorama no fuese ya complicado, ahora se suma la competencia con Threads: mientras que Twitter tiene unos 250 millones de usuarios, la app de Meta sumo más 100 millones en sus primeros cinco días.
