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Elecciones en Chile: un incierto proceso electoral

La imagen de Chile como un país previsible y estable es hoy una postal del pasado

Elecciones en Chile: un incierto proceso electoral
Ignacio Labaqui 19 noviembre de 2021

El próximo domingo Chile celebrará elecciones presidenciales. Ningún candidato superará el 50% de los votos por lo cual será necesario celebrar una segunda vuelta el 19 de diciembre.

De acuerdo a las encuestas de opinión pública, el candidato de derecha José Antonio Kast del Frente Social Cristiano y el izquierdista Gabriel Boric, de Apruebo Dignidad, una coalición que incluye al Partido Comunista y al Frente Amplio, se disputan el primer lugar en las elecciones del próximo domingo y estarían técnicamente empatados en la segunda ronda.

La elección se presenta sumamente incierta. Por un lado, las encuestas no han mostrado un alto grado de acierto en los comicios celebrados en Chile en 2021. A la vez, desde 2012 el sufragio es facultativo lo que ha resultado en tasas de participación electoral que solo superaron el 50% en el referéndum constitucional de octubre de 2020. Finalmente, el último tramo de la campaña se ha visto sacudido por una serie de eventos que podrían incidir sobre el resultado del próximo domingo.

El más reciente de ellos es el fracaso de la acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera. Pero no solo ello. Kast tuvo una pobre performance en el debate presidencial del 15 de noviembre. Sebastián Sichel, el candidato de Chile Podemos Más, la coalición de centroderecha gobernante, emergió como el ganador del debate de acuerdo a la prensa chilena. Los debates rara vez modifican el escenario, pero a veces hay excepciones.

La campaña de Boric también ha atravesado problemas. Sus socios del Partido Comunista le marcaron la cancha de manera pública en plena campaña señalándole que no podría apartarse del programa de su coalición, tratando de coartar preventivamente cualquier intento de moderación por parte de Boric.

El candidato de Apruebo Dignidad también debió desautorizar a uno de sus principales asesores, Sebastián Depolo, quien en un reportaje señaló que un Gobierno de Apruebo Dignidad le daría “inestabilidad al país” porque la misma era necesaria para hacer transformaciones importantes.

En esta misma semana, Boric debió tomar distancia Karina Oliva, candidata a senadora por Santiago, luego de que una investigación revelara detalles del financiamiento de su fallida candidatura para gobernadora regional de Santiago.

La candidata de la exConcertación por la Democracia, hoy rebautizada como Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, no ha conseguido levantar en las encuestas que la ubican en un distante tercer lugar. El fracaso en el Senado de la iniciativa de autorizar un cuarto retiro anticipado de los fondos de pensión ha sido sin duda un golpe para Provoste, cuya candidatura no resultó ser todo lo que se esperaba de ella.

Se llega a la elección en un clima enrarecido.  Si las encuestas no fallan, por primera vez desde la restauración de la democracia en 1990 el próximo presidente no surgirá de ninguna de las dos coaliciones partidarias que han gobernado Chile desde entonces.

El escenario más probable es, pues, una segunda vuelta entre Kast y Boric. Un posible pase a segunda vuelta de Kast marca que por primera vez desde el regreso de la democracia podría llegar al Palacio de la Moneda un candidato que votó por el sí a la continuidad de Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988. Algo que era difícilmente imaginable dos años atrás cuando el Gobierno de Sebastián Piñera fue jaqueado por las masivas manifestaciones de octubre de 2019 y debió aceptar la apertura del proceso constituyente.

La simultaneidad del proceso constituyente con la elección presidencial es otro elemento notable de esta particular elección presidencial. El próximo presidente asumirá mientras la Convención Constituyente elegida en los comicios del 15/16 de mayo de 2021 desarrolla su labor, la cual debe concluir para julio del año que viene.

El resultado de la elección presidencial no es neutral para la constituyente. El nuevo texto constitucional chileno deberá ser ratificado en un plebiscito con sufragio obligatorio. De ganar Kast, hará lo imposible para que el electorado rechace el nuevo texto constitucional. Una triunfo de Boric probablemente estaría más a tono con la conformación de la Convención Constituyente donde la izquierda y la centroizquierda tienen una clara mayoría.

La imagen de Chile como un país previsible y estable es hoy una postal del pasado. Con un sistema de partidos en pleno proceso de reconfiguración y un proceso constitucional en marcha, la incertidumbre es lo que parece predominar en nuestro vecino trasandino. 

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