Sin dudas, el Partido Popular no obtuvo los resultados esperados en las últimas elecciones generales de España y por ello, pese a aliarse con VOX, no cuenta con los 176 legisladores necesarios para formar gobierno.
Incluso, en algún momento, se creyó que el Partido Socialista (PSOE), aunque hubiese salido segundo, tenía más chances de formar una alianza que le permitiera continuar gobernando.
Sin embargo, ahora parece que unas nuevas elecciones son inevitables: este fin de semana, el PSOE perdió un escaño tras el recuento de votos en el extranjero, lo que complica aún más el panorama.
Así, el PP y el PSOE quedaron rehenes de la decisión que tomen los partidos separatistas catalanes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts, ambos con siete escaños cada uno.
En este sentido, es probable que Esquerra respalde al presidente Pedro Sánchez, algo que no queda tan claro en el caso de Junts, la línea más dura de los partidos catalanes.
Sánchez convocó anticipadamente las elecciones de la semana pasada después de que los partidos de izquierda fueran derrotados en las elecciones locales y regionales de mayo. Y su estrategia le dio resultado, ya que aún tiene chances de seguir gobernando.
Según el recuento revisado de escaños, el PP podría reunir un total de 171 escaños, incluidos sus 137, más 33 de Vox y uno de la Unión del Pueblo Navarro, un partido regional. Pero ningún otro partido ha dicho que fuera a apoyar a una administración que incluya a Vox.
Por su parte, Sánchez podría reunir 171 escaños con 121 escaños de los socialistas y el apoyo del ultraizquierdista Sumar (31 escaños), Esquerra (7), los separatistas vascos EH Bildu (6), el Partido Nacionalista Vasco (5) y el Bloque Nacionalista Gallego (1).
Así, lejos de los 176 escaños para tener mayoría absoluta, ni con una mayoría simple ninguno de los dos bloques podría gobernar.
