Desde hace años, China enfrenta una importante crisis de natalidad. Sin embargo, en 2023 recibió una pequeña, pero buena noticia: el número de nuevos matrimonios aumentó 12,4 % respecto al año anterior.
Así, la cifra revela que el segundo país más poblado del mundo (fue superado por India) logró revertir una tendencia a la baja que ha durado casi una década.
En parte, la explicación sería que muchas parejas habían retrasado sus matrimonios debido a la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Según datos publicados por el Ministerio de Asuntos Civiles, el número de recién casados aumentó a 7,68 millones el año pasado, lo que representó un aumento de 845.000 parejas con respecto a 2022, aunque la cifra aún está muy por debajo del pico de 13,47 millones de 2013.
Los datos salen a la luz después de que el primer ministro de China, Li Qiang, prometiera en marzo que el gobierno trabajaría para lograr "una sociedad favorable a la natalidad y promovería un desarrollo poblacional equilibrado a largo plazo", además de reducir el costo del parto, la crianza de los hijos y la educación.
Para China, revertir la actual crisis de natalidad es clave, ya que se espera que unos 300 millones de chinos se jubilen en la próxima década, el equivalente a casi toda la población estadounidense.
En este sentido, el gran problema es que la mano de obra joven no está siendo suficiente para remplazar a las personas que se jubilan, lo que sin dudas representará un gran problema para el sistema previsional.
