La suba del Indice de Precios al Consumidor Amplio en Brasil sería de 5,56% este año según la mediana de las proyecciones de los analistas del mercado que releva semanalmente el Banco Central para elaborar el informe Focus.
Las estimaciones en materia de inflación siguen en aumento porque hace cuatro semanas se estimaba una suba de 5,15% y por lo tanto se aleja la posibilidad de cumplir con la meta de 3,50% del BCB. De todas maneras, el IPCA registrará un incremento apenas superior a la mitad del de 2021.
En términos interanuales, la inflación todavía no llegó a su pico, pero las autoridades esperan que muestre una tendencia a la baja intermensual. Este miércoles se publicará el IPCA-15, que midió el comportamiento de la inflación durante la segunda quincena de enero y la primera de febrero y dará una pauta sobre cuál será el índice del segundo mes del año.
Para enfrentar la inflación, el mercado espera que la tasa Selic, actualmente en 10,75%, siga subiendo durante este año hasta 12,25%. Ninguno otro país del mundo endureció tanto su política monetaria en los últimos meses como Brasil. Por otra parte, los analistas estiman que el dólar se cotizará 5,50 reales a fin de año, pero se trata de un pronóstico condicionado a lo que ocurra con la moneda estadounidense en el mercado global.
En materia de actividad no hubo variaciones con relación al Focus anterior y se proyecta una suba del PIB de 0,3% este año y las primeras estimaciones para 2023 tampoco son alentadoras porque el crecimiento sería de 1,50%.
El superávit comercial en 2022 llegaría US$ 63.500 millones, US$ 5.000 millones más de lo que se estimaba la semana pasada. A su vez, las proyecciones para el frente fiscal muestran una leve mejora con un desequilibrio estimado para el resultado primario de 0,88% del PIB y de 8% en el caso del nominal.
Para Argentina, el escenario de casi nulo crecimiento en Brasil, que es su principal socio comercial, no es una buena noticia. La economía brasileña es la más grande de América Latina y por lo tanto su desempeño afecta a los números de toda la región que será, una vez más, la de menor crecimiento en el mundo. Este cuadro externo constituye para Argentina un desafío adicional para el diseño de su política económica.
