Como se esperaba, el Banco Central Europeo mantuvo la tasa de interés en 4,5%. Siguió de esa manera los pasos de la Reserva Federal.
El BCE prevé que la inflación, que se ubicó en el 2,4% anual en noviembre, se desacelere más rápido y que en 2025 llegue a la meta de 2%. En promedio, la inflación sería de 2,7% en 2024 y 2,1% en 2025 luego del 5,2% de este año.
Se trata de niveles inferiores a los de las proyecciones anteriores. La política monetaria está condicionada por el nivel de actividad que registró una contracción de 0,1% en el tercer trimestre. Para 2023, el BCE espera in crecimiento del PIB de 0,6% y de 0,8% en 2024.
Previamente el Banco de Inglaterra había mantenido o la tasa en 5,25% advirtiendo que la dejará en ese nivel por un buen tiempo hasta que la inflación no se desacelere más.
Durante la semana, los principales bancos centrales del mundo sostuvieron las tasas, mientras que en el caso de Brasil continuaron los recortes de medio punto.
De todas maneras, se espera que luego de haber finalizado el ciclo alcista de la tasa de interés, a partir del segundo trimestre de 2024, tanto la Fed como el BCE, comiencen con los recortes.