Más allá de estar enfrentando una serie de sanciones sin precedentes, la economía rusa ha resistido mucho más de lo esperado.
Prueba de ello es que el año pasado su PIB apenas cayó 2,1% y, según las estimaciones, este año la economía crecería hasta 1,5%.
En parte, esto se explica en el hecho de que Rusia ha encontrado nuevos mercados en donde vender su petróleo y gas, como son China e India.
Pero, al margen de estos recursos naturales, Rusia también es uno de los principales productores de fertilizantes en el mundo, lo que también le permite registrar el ingreso de una gran cantidad de dinero gracias a sus exportaciones.
Y lo más llamativo de todo esto es que, entre los tres principales compradores de fertilizantes rusos se encuentra Estados Unidos: entre enero y junio de 2023, Rusia suministró fertilizantes a 57 países por un valor total de $6.600 millones.
Prácticamente, la mitad de los suministros correspondió a Brasil (US$ 1.900 millones) e India (US$ 1.300 millones), dos de sus principales aliados en los BRICS, grupo al que Argentina se unirá en enero de 2024.
Además, la lista de los principales compradores la componen EE. UU. (US$ 890 millones), China (US$ 632 millones), México (US$ 429 millones), Turquía (US$ 170 millones) y Alemania (US$ 151 millones).
En 2022, según el Servicio Federal de Aduanas, Rusia exportó fertilizantes por US$ 19.295 millones, un 50% más que en el año anterior.
