Ante la crítica situación que se vive en Ecuador, el presidente Daniel Noboa dijo este miércoles que el país estaba "en guerra" con bandas de narcotraficantes que mantienen como rehenes a más de 130 guardias penitenciarios y otros agentes.
La agencia penitenciaria SNAI ha dicho que 125 de los rehenes son guardias, mientras que 14 son personal administrativo.
El martes, tras ataques en simultáneo en un canal de televisión y en la Universidad de Guayaquil, Noboa nombró a 22 pandillas como organizaciones terroristas, convirtiéndolas en objetivos militares oficiales.
"Estamos en guerra y no podemos ceder ante estos grupos terroristas", dijo Noboa, que estimó que unos 20.000 miembros de bandas criminales están activos en Ecuador.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para recuperar a todos los rehenes", agregó Noboa, que confirmó que las fuerzas armadas se han hecho cargo de las tareas de rescate.
Para la Administración de Noboa, la última ola de violencia es una reacción al plan de construir nuevas cárceles de alta seguridad para líderes de pandillas.
Sin embargo, el hecho puntual que habría provocado la actual crisis fue la aparente fuga del líder de Los Choneros, Adolfo Macías, de la prisión durante el fin de semana, lo que llevó a Noboa a declarar un estado de emergencia por 60 días.
El mandatario también confirmó que se comenzará a deportar a prisioneros extranjeros, especialmente colombianos, para reducir la población carcelaria y el gasto.
Actualmente, se estima que hay unos 1.500 colombianos encarcelados en Ecuador, mientras que los presos de Colombia, Perú y Venezuela representan el 90% de los extranjeros encarcelados.
"Estamos invirtiendo más en esas 1.500 personas que en los desayunos escolares de nuestros hijos. No es una extradición, está basado en acuerdos internacionales previos", afirmó Noboa al respecto.
La seguridad en Ecuador ha empeorado desde la pandemia de coronavirus y el número de muertes violentas aumentó a 8.008 en 2023, casi el doble que la cifra de 2022.
