En un mundo en crisis, Alemania, la economía más grande de Europa, le dio una buena noticia al Viejo Continente: este jueves se informó que el gobierno de Olaf Scholz elevará levemente su pronóstico de crecimiento económico para este año a 0,4% desde el 0,2% pronosticado anteriormente.
Además, para 2024, el gobierno alemán rebajará levemente su pronóstico, a 1,6% desde el 1,8% previsto en enero.
Los pronósticos de inflación también se ajustarán a la baja, y las tasas para 2023 y 2024 ahora se ven 0,1 puntos porcentuales más bajas, en 5,9% y 2,7%, respectivamente. El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, presentaría oficialmente las proyecciones económicas el próximo miércoles.
Con las nuevas proyecciones, el gobierno es algo más optimista que los cinco institutos económicos que elaboran las Previsiones Económicas Conjuntas, que prevén para 2023 un crecimiento económico del 0,3%.
En las Previsiones Económicas Conjuntas, que se incorporan a las previsiones del Ministerio, los institutos pronostican una inflación del 6,0% en 2023, antes de desacelerarse al 2,4% en 2024, acercándose al objetivo del 2% del Banco Central Europeo.
En marzo, la inflación interanual en Alemania cayó al 7,4% en marzo, lo que representó un importante descenso desde el 10,4% registrado en octubre, aunque el mes pasado la inflación de los productos alimentarios siguió subiendo hasta el 22,3% interanual.
