Después de registrar el sismo más mortífero en las últimas seis décadas en Marruecos, la cifra de muertos sigue en aumento: este lunes, ya superaba los 2.800 y los rescatistas corrían contra el tiempo para encontrar supervivientes.
Equipos de búsqueda de España, Reino Unido y Qatar se unieron a los esfuerzos de rescate marroquíes luego de que un terremoto de magnitud 6,8 sacudiera el viernes por la noche las montañas del Alto Atlas, con epicentro a 72 kilómetros (45 millas) al suroeste de Marrakech.
La elevada cifra, a la que se suman más de 2.500 heridos, es consecuencia de que la mayoría de las casas de la región estaban hechas de adobe, por lo que no estaban preparadas para soportar un terremoto.
Mientras tanto, la polémica va en aumento respecto a la ayuda que podría recibir el país. Por un lado, Alemania no ve ningún indicio de que la decisión de Marruecos de dejar sobre la mesa sus ofertas de ayuda para el terremoto sea política.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores consideró que "las relaciones diplomáticas entre Alemania y Marruecos son buenas", afirmó el portavoz, añadiendo que la parte marroquí agradeció a Alemania su oferta de ayuda.
"Estoy seguro de que (Marruecos) ha pensado muy detenidamente qué fuerzas pueden desplegarse, dónde y cómo llegar allí, qué capacidades de transporte están disponibles, por ejemplo", agregó.
Por otro lado, el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia dijo que dependía de Marruecos buscar ayuda francesa para hacer frente a su terremoto.
París y Rabat han tenido una relación difícil en los últimos años, especialmente por la cuestión del Sáhara Occidental, que Marruecos quiere que Francia reconozca como marroquí.
Marruecos, que no tiene un enviado en París desde enero, por el momento no ha hecho una petición oficial a Francia para pedir ayuda.
"Estamos dispuestos a ayudar a Marruecos. Es una decisión soberana de Marruecos y les corresponde a ellos decidir", afirmó el Ministro.
