Corea del Norte informó que alrededor de 800.000 de sus ciudadanos se ofrecieron como voluntarios para unirse o volver a alistarse en el ejército de la nación con el objetivo de luchar contra Estados Unidos.
Desde Pyongyang consideraron que "las vanguardias jóvenes de sangre caliente (...) con la voluntad indomable de nuestro partido contra el enemigo y el asentamiento antiestadounidense, se levantaron de inmediato para defender el país y destruir al enemigo".
"Nuestro partido está decidido a ejercer la voluntad práctica para gobernar estrictamente con poderosa fuerza física a los enemigos que se aferran a amenazas militares imprudentes e intensifican la tensión y la confrontación en la península de Corea", agregaron.
La noticia se da a conocer un par de días después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-17 en respuesta a los ejercicios militares en curso entre Estados Unidos y Corea del Sur.
Las fuerzas surcoreanas y estadounidenses comenzaron el lunes 11 simulacros conjuntos, denominados "Freedom Shield 23", realizados en una escala no vista desde 2017 para contrarrestar las crecientes amenazas del Norte.
El aumento de las tensiones se da en un año muy particular: el próximo 27 de julio se cumplirán 50 años desde que la guerra de la península de Corea cesó con un armisticio entre ambos países, lo que restauró la frontera entre las dos Coreas cerca del paralelo 38 y creó la zona desmilitarizada, una franja de 4 km de ancho entre ambos países.
Corea del Sur, apoyada por Estados Unidos, y Corea del Norte, apoyada por China y la Unión Soviética, se enfrentaron en un sangriento conflicto bélico, entre 1950 y 1953, que dejó un saldo de más de tres millones de muertos.
